Análisis de Angry Birds Go! (Android, iPhone)
Cuando hablamos de una saga que mueve tanto y consigue aunar al público y a los jugadores de todo el planeta como Angry Birds, es muy común caer en el tópico, los lugares comunes y en los adjetivos recurrentes. Angry Birds ha cambiado nuestra forma de entender el ocio electrónico, las aplicaciones y el negocio de los ecosistemas portátiles de iOS y Android. Por doquier se encuentran nuevas entregas, adaptaciones, secuelas y más, gozando cada una de ellas de una salud envidiable y una más que curiosa capacidad de renovación. Angry Birds Go! ofrece una nueva perspectiva a la saga -es el primer juego de Angry Birds desarrollado en 3D-, más alejada que nunca de la fórmula original, pero al mismo tiempo, manteniendo las señas identidad más reconocibles del juego de Rovio.
Coches, pájaros, cerdos y circuitos a gogó
Angry Birds Go! da un paso más allá en la franquicia de juegos para móviles, y nos lleva al campeonato de karting celebrado isla Cerdiña, donde pájaros y cerdos compiten y se baten el cobre, mientras se tienden trampas en carreteras y circuitos un tanto disparatados. El objetivo es el de siempre, conseguir ganar tantas carreras como podamos, combatir a los cerdos -o a los pájaros rabiosos- e ir modificando nuestro kart de forma paulatina.
Angry Birds Go! es un juego de karts bastante clásico, y nos permite escoger personajes conocidos por todos como Red, Chuck, Terence, Estela, Bigotes o el famoso Rey Cerdito, así como disfrutar de sus únicos y propios poderes especiales y habilidades sobre la pista.
Angry Birds Go! es una app bastante adictiva, y en parte, se debe a su cuidadosamente planificada distribución de eventos y circuitos. En cada circuito tenemos que pasar por una gran cantidad de pruebas, que van desde la típica carrera "todos contra todos" o contrarreloj, pasando por carreras de recolección -donde machacaremos cantidades ingentes de fruta- a un eventual "uno contra uno", donde nos enfrentaremos a personajes míticos de la franquicia con los que podremos escoger y jugar más adelante dentro del plantel de corredores habitual.
Rovio ha planteado el título como un juego freemium o free-to-play -antes de que os llevéis sorpresas-, donde podemos comprar accesorios, monedas y gemas para modificar nuestro bólido, componente jugable bastante esencial dentro de la mecánica del juego, sobre todo si queremos ser competitivos y avanzar en la app. De esta manera, e invirtiendo las monedas y gemas que vamos consiguiendo como recompensa, cambiaremos la velocidad, la resistencia o el manejo de nuestro kart, mejorándolo paulatinamente y aumentando correspondientemente su cilindrada. Dicho planteamiento no es del todo intrusivo, aunque volveremos a encontrarnos con las habituales barras de energía y progreso, que en este caso, se traduce en cilindradas. Estos niveles de energía para cada personaje nos exigirán algo de reposo entre partida y partida si queremos avanzar, a no ser que, como es práctica habitual, pasemos por caja.
Angry Birds Go! se deja jugar bastante bien -sea cual sea el dispositivo en el que elijamos descargarnos la app-, con un control que va como la seda. No encontraremos en la aplicación el típico lag que suele martirizar a otros juegos de conducción táctiles, e incluso en su sistema de maneja por acelerómetro y giroscopio, se comporta a la perfección. Pulsar nuestro botón de turbo, girar o maniobrar en los diferentes circuitos será una cuestión mecánica y de precisión, algo que muy pocos juegos similares puede decir. Apenas existe el freno, y todo se reduce a una cuestión de usar convenientemente nuestros poderes y nuestras aptitudes sobre el circuito. En estas lindes, repetimos, lo cierto es que Angry Birds Go! se revela como una app muy divertida.
El mayor problema de Angry Birds Go! se traduce en su falta de multijugador online y local, algo que lastra enormemente el conjunto de la app, y que reduce la experiencia jugable a un simple escarceo continuo contra la IA, que aunque no nos pondrá las cosas fáciles, no es nada del otro mundo. A día de hoy es difícil, muy difícil, concebir un juego de karts o coches sin un modo multijugador, más y cuando hablamos de una app ideada para plataformas portátiles con facilidad de interconexión entre dispositivos.
A nivel técnico, encontramos el juego más ambicioso, trabajado, pulido y bonito de la franquicia, que por primera vez, salta de la bidimensionalidad y el estilo cartoon más simple, a un elaborado y efectista mundo tridimensional -que sigue regado con el mismo sentido del humor característico de la saga-. Angry Birds Go! deslumbra técnicamente, con buenas y coloridas texturas, mejores modelados y unos efectos de iluminación sobresalientes. El apartado sonoro sigue siendo tan reiterativo como siempre en la saga, conservando algunos de sus tics y sintonías, al mismo tiempo que se aportan otras de cosecha propia. La app -traducida al castellano- es compatible con Game Center en iOS, así como se ofrece soporte para la pantalla del iPad.
Conclusiones finales
Angry Birds Go! es uno de los mayores aciertos en la reciente historia de los pájaros y los cerdos de Rovio, con un más que loable cambio de tercio jugable a sus espaldas. Es una app adictiva, jugablemente sólida, y aunque seguimos siendo algo reacios a sus sistema free-to-play, reconocemos que no es tan intrusivo como el de otros juegos, y que no entorpece en demasía el avance del jugador. Su mayor pega -y esta no se puede obviar- es su falta de multijugador, algo que nos parece imperdonable dada la naturaleza arcade y desenfadada del título. Sea como sea, con multijugador o sin él, Angry Birds Go! es un juego muy entretenido y adictivo, con ideas loables y un apartado técnico preciosista y muy sólido.