Análisis de Noitu Love: Devolution eShop (Nintendo 3DS, Wii U)
Un nuevo título independiente acaba de aparecer en Wii U (versión que analizamos) y Nintendo 3DS tras su paso por Steam. Se trata de Noitu Love: Devolution, una producción de Joakim Sandberg (conocido como Konjak) indie donde las haya y que nos ha dejado unas sensaciones muy agradables… al menos mientras dura.
Si bien su duración no es su fuerte, hasta el punto de que un jugador veterano puede superar los siete niveles que presenta el título en una hora aproximadamente, todo lo demás es fresco, original y, mejor aún, rememora los mejores momentos que pasamos con los juegos arcade durante la era de los 16 bits.
Acción táctil
La trama de esta historia no es que sea la más interesante del mundo, pero tampoco lo pretende. En un futuro lejano y un siglo después de la guerra que tuvo lugar en la primera parte de este título (en efecto, se trata de una secuela), nuevamente un ejército de robots amenazan la paz. Muy original no es… Y además debéis saber que aunque son meramente anecdóticos, los textos que van narrando la historia están en inglés.
Una vez dejado claro esto último, para solucionar la situación tenemos a Xoda Rap, un robot muy especial capaz de acabar con ejércitos enteros de rivales sin despeinarse. Dotada de una gran agilidad y un poder ofensivo bastante elevado, debemos controlar a dicha protagonista a lo largo de niveles atestados de adversarios.
Pero Xoda Rap no es el único protagonista controlable de la aventura, ya que es posible llegar a habilitar a otros dos más que nos animan a rejugar más de una vez toda la aventura.
¿Y en qué consiste dicha aventura? Pues en ir superando nivel tras nivel que, en lugar de presentar un desarrollo más o menos fijo y monótono, cada fase que visitamos es un dechado de originalidad. O, al menos, resulta más variada de lo que suelen depararnos la mayoría de obras similares.
Tan pronto debemos superar un nivel más bien lineal plagado de medium bosses y trampas de todo tipo como, acto seguido, nos vemos sometidos a la típica fase en la que un scroll horizontal nos obliga a desplazarnos con la celeridad necesaria. Por eso el título resulta siempre fresco y sorprendente, dado que nunca sabes lo que te va a deparar el siguiente.
Uno de los aspectos más curiosos que ostenta el juego tiene que ver con su sistema de control. El original de PC era de esos títulos en los que era necesario usar el ratón para apuntar a los adversarios. ¿Y cómo ha sido trasladada dicha característica? Pues a la pantalla táctil, si bien también es posible usar el Wiimote para apuntar directamente a los enemigos que aparecen en pantalla.
Al comienzo cuesta adaptarse tanto a una forma de control como a otra pero, al cabo del tiempo, acabas por acostumbrarte. Es cierto que a veces la pantalla no responde como debería, pero no funciona mal en global. Pensamos que podrían haber incluido un manejo más clásico basado en el uso de los botones y los sticks para facilitar las cosas a los jugadores más conservadores en esta faceta pero, como ya os hemos señalado, no se comporta mal del todo.
Elegancia 2D clásica
En cuanto a su apartado visual, se nota que es una de las especialidades de su creador. Los sprites que se dejan ver en esta producción completamente 2D no pueden estar mejor animados, desde los personajes principales a los enemigos finales, siendo un auténtico lujo en este sentido. Y los fondos no desentonan, resultando tan variados como bien interpretados, pudiendo recorrer desde jardines de cerezos al interior de naves espaciales.
Sin ser un título que exprima el potencial de Wii U (ni de Nintendo 3DS), es un juego llamativo, brillante en ocasiones y que posee una línea artística muy acertada.
¿Y qué sucede con el sonido? Pues que pasa bastante más desapercibido, y eso que la banda sonora no está mal compuesta y los efectos, sin ser nada del otro mundo, resultan lo suficientemente variados y muy apropiados.
Conclusiones
Un homenaje claro a las aventuras de acción y disparos 2D de las de antes. Esa es la propuesta que nos deja esta producción creada por un solo diseñador, Joakim Sandberg, un tipo al que le debían gustar mucho juegos como Gunstar Heroes, Rocket Knight y demás producciones similares aparecidas para las consolas de 16 bits. Ese es precisamente el gran atractivo que posee esta obra, que seguramente cautivará a los jugadores más nostálgicos, si bien se trata de un título que a pesar de ofrecer una rejugabilidad bastante aceptable, es bastante corto… y más si sois habilidosos.
Este análisis ha sido realizado con un código de descarga enviado por Nintendo.