Análisis de AeternoBlade eShop (Nintendo 3DS)
Cuando se anunció AeternoBlade y se mostró su primer tráiler prometiendo ofrecer una jugabilidad que mezclara Castlevania, Metroid, Muramasa y Braid, tenemos que admitir que consiguió captar nuestra atención rápidamente, a pesar del pobre aspecto gráfico del que hacía gala, ya que esta mezcla sonaba, cuanto menos, interesante. Tras algunos problemas financieros de cara a su lanzamiento internacional (motivo por el que nos ha llegado algo más tarde de lo previsto), el juego de Corecell Technology por fin se ha estrenado en la eShop de Nintendo 3DS, aunque por desgracia, dista mucho de la calidad de cualquiera de los títulos anteriormente mencionados.
Una semana hasta el fin de nuestras vidas
Aunque no sea especialmente original, el punto de partida de AeternoBlade resulta muy interesante. En cuanto le demos a comenzar una nueva partida, veremos a Freyja, la guerrera protagonista de esta aventura, enfrentarse a un demonio llamado Beladim, para ser asesinada brutalmente por él. Entonces, la historia retrocede siete días en el tiempo, al momento en el que comenzó todo, justo después de que Beladim hiciera arder el pueblo natal de nuestra heroína, lo que nos permitirá descubrir lo que ocurrió durante su viaje de venganza.
A partir de aquí, el guion intenta ofrecer algún que otro momento de interés planteándonos ciertos misterios, aunque su desarrollo es bastante plano, los personajes no tienen gancho y al final todo resulta muy predecible. Si vais a jugar a AeternoBlade, desde luego no será por su historia, aunque al menos cumple su función de contextualizar nuestro avance.
Entrando ya en lo que es su jugabilidad, decir que estamos ante una aventura de acción y plataformas en 2D. Para avanzar, simplemente nos bastará con llegar al final de cada nivel, acabar con el jefe final de turno, y pasar al siguiente, aunque se han añadido ciertos elementos con los que se busca darle una mayor profundidad. El más importante, es la AeternoBlade, nuestra fiel espada, la cual tiene el poder de manipular el tiempo, permitiéndonos realizar cosas como evitar la muerte o hacer que todo se rebobine a excepción de nosotros mismos. Aunque claro, la utilización de estos poderes no es gratis, y para ello necesitaremos hacer uso de nuestra barra de magia, la cual se regenera automáticamente.
Estos poderes tendremos que usarlos para resolver algunos puzles de una calidad irregular. Los hay muy bien pensados y planteados, pero estos suelen ser los menos numerosos, ya que la mayoría son demasiado simples y se limitan a obligarnos a hacer un uso del tiempo demasiado evidente.
Por otro lado, la mayor parte del tiempo nos la pasaremos combatiendo contra todo tipo de enemigos, ya sea para abrirnos camino o en pequeñas arenas en las que no nos permitirán avanzar hasta que hayamos acabado con todas las fuerzas de la oscuridad que nos acosen. Al principio, combatir no tiene ningún misterio más que aporrear el botón de ataque, y si tenemos la barra de especial llena, usarla para realizar una magia devastadora, aunque más adelante podremos obtener diversas habilidades y variantes de combo invirtiendo los puntos de experiencia que consigamos.
Es precisamente aquí donde encontramos uno de los mayores aciertos del juego: su sistema de personalización. Gracias a él, podremos decidir si gastar la experiencia que obtengamos en mejorar nuestras estadísticas o en aprender nuevas habilidades de entre una serie de posibilidades lo suficientemente grande como para adaptarlas a nuestro estilo de juego. Además, nos permitirán equiparnos con una serie de reliquias que aumentarán las estadísticas a nuestro personaje de distintas formas, las cuales a su vez pueden potenciarse con unas esferas de mejora que primero tendremos que encontrar.
En lo que respecta al desarrollo de los niveles, estos no son una simple línea recta hacia adelante, ya que suelen tener unos mapeados más o menos complejos y con muchos caminos distintos. Aquí ya seremos nosotros quienes decidamos lo que queremos explorar o no, porque realmente se puede avanzar siempre tirando para la derecha, aunque así nos perderemos muchos secretos, reliquias y mejoras.
Eso sí, ya os avisamos que todos sus secretos no estarán disponibles la primera vez que os adentréis en un nivel, ya que muchos de ellos os requerirán poderes que obtendréis en pantallas posteriores, como el doble salto, por lo que si queréis haceros con el 100% tendréis que volver más tarde para rejugarlos.
En general, la exploración se hace bastante pesada y monótona, y solo hay algunos momentos que aportan algo de variedad, como cuando aparecen los guardianes del tiempo, unos seres que buscarán destruirnos cada vez que activemos los poderes de la espada, lo que nos obligará a limitar su uso. Los mejores momentos, sin duda alguna, los ofrecen los jefes, unos combates muy intensos en los que tendremos que hacer un buen uso de la AeternoBlade para evitar sus ataques y exponer sus debilidades.
Su duración variará notablemente según lo que exploremos, aunque si vais directos al grano no debería duraros mucho más de cinco horas. Eso sí, conseguir el 100% os puede llevar unas tres o cuatro horas más, lo cual sigue siendo una duración algo escasa, aunque por los 15 euros que cuesta el juego, resulta suficiente.
Gráficamente se trata de un título muy pobre, digno de la época de la primera PlayStation, con unos escenarios vacíos y repetitivos. Además, los modelados de los personajes son tremendamente simples y sus animaciones resultan demasiado rígidas y robóticas. La cosa empeora cuando nos damos cuenta que el apartado artístico no es nada destacable, que las escenas de vídeo (tanto CGIs como generadas por el propio motor gráfico) carecen de calidad alguna y que cada dos por tres nos tocará vérnoslas con una pantalla de carga. Al menos, la tasa de imágenes por segundo es muy estable y el efecto 3D no está nada mal, aunque no aporta tampoco gran cosa.
El apartado sonoro no mejora demasiado lo visto en el resto de apartados del juego, con una banda sonora muy discreta, repetitiva y olvidable, así como unos efectos de sonido sin apenas calidad. Además, tampoco existe un doblaje más allá de los gritos de nuestra protagonista al luchar, algo que se echa de menos en los pocos diálogos que surgen durante la aventura.
Conclusiones
AeternoBlade es un juego que pasa con más pena que gloria por la eShop de Nintendo 3DS, aunque al menos ofrece un mínimo de entretenimiento gracias a sus toques de rol y a sus poderes temporales. Si os gusta el género, os recomendamos que os descarguéis primero su demo para haceros una idea de lo que ofrece antes de lanzaros directamente a por él, aunque si sois capaces de pasar por alto sus defectos, quizás encontréis aquí una aventura con la que pasar un buen rato de vez en cuando.