¿Es Bandcamp el Santo Grial de las tiendas de discos online?, titulaba Ben Ratliff hace algo más de un año su artículo sobre Bandcamp para The New York Times. Apuntaba que es «el sitio conocido por su trato equitativo hacia los músicos y uno de los más grandes bazares culturales underground de nuestro tiempo», algo en lo que no podemos sino darle la razón.
Hemos llegado al fascículo nº 100 de Vandal Game Music, buen motivo para plantear un artículo diferente que sirva a su vez como tema general y sobre reflexión acerca de la música de videojuegos. Llevamos una larga lista de compositores, álbumes y discográficas hasta ahora, y quedan infinidad más con todo lo que va saliendo, pero lo cierto es que si tenemos hoy día más acceso a las bandas sonoras y las podemos compartir en nuestros textos de manera oficial es en parte gracias a iniciativas como la de la plataforma californiana fundada en 2007.
Bandcamp aglutina múltiples facetas, como son la de compra digital, tienda online –si se da el caso, los artistas pueden distribuir ahí sus propias ediciones en CD, vinilo o casete–, espacio de streaming musical regulado e incluso sede de sellos independientes. Y lo más importante es que no interfiere en lo que un artista puede publicar ni en los precios que pone, aparte de cobrar comisiones irrisorias –que vienen dadas por PayPal realmente– en comparación al resto de sitios, como puede ser el 30% que se queda Steam de cada banda sonora.
Dicho dato puede ser un factor a la hora de elegir dónde comprar si queremos apoyar a los creadores y tener la música en más formatos (MP3 320, Ogg Vorbis, Apple Lossless, FLAC y AAC). Esto, unido a su popular opción de Pay What You Want hace que existan ofertas permanentes como la de Shovel Knight Original Soundtrack a partir de 1$ de aportación, frente a los 10$ de otras tiendas. Si hubiera que ponerle una pega sería el problema de visibilidad que sufren los enormes catálogos de contenido digital, pero su sistema de búsqueda por estilos, tags o formatos ayuda mucho.
Otras funciones muy interesantes son la posibilidad de dejar comentarios y elegir la pista favorita una vez compras el álbum, desplegar la letra de la canción en su propio enlace o seguir la discografía de un artista en concreto, haciendo así de aviso para nuevos lanzamientos. Todas estas virtudes la convierten en La Meca de las bandas sonoras de juegos independientes por contener mayor variedad que ninguna otra plataforma, siendo más común que iTunes, Spotify o Steam. Y no solo eso, sino con discos de arreglos, bandas de versiones, chiptune, synthwave, vaporwave…
Y como de poco sirve hablar de ello sin ejemplos, lo complementamos con una selección de lo más nuevo y recomendable, a ser posible material del que no hemos hablado todavía.
Indies
Novedades destacadas como The Red Strings Club o Celeste tienen su música casi en exclusiva aquí. Lo mismo sucede con la mayoría de los que hemos ido viendo en los Colección VGM Indie.
Clásicos
Muchos videojuegos antiguos llegan también a la plataforma al ser relanzados en vinilo. Otros son simplemente rescatados de viejos lanzamientos con el sonido original del juego.
Arreglos
Arrangements y discos tributo de bandas son una de las principales atracciones. Entre ellos también grupos españoles como Retro Band Systems o Fisherman’s Horizon.
Chiptune
Músicos y compositores comparten sus álbumes en música de chip. Es el caso de los publicados por Brave Wave –Three Movements (2017) , los Retro Active…–, y los de artistas como Anamanaguchi o Danimal Cannon.
Vaporwave
Aunque el vaporwave no es extrictamente música de videojuegos, está imbuido por su estética. En este subgénero heredero del city pop japonés encontramos decenas de tesoros en Bandcamp.
Otros
Muchos otros artistas independientes que colaboran en videojuegos utilizan la plataforma, como es el caso de El Huervo, Perturbator, Power Glove, Hyper Potions…
