Hay muchos juegos que son recordados por su música, que han trascendido en el tiempo por tener una banda sonora característica que ha marcado generaciones de jugadores. Sin embargo, son pocos los que se pueden medir con la repercusión que tuvo la serie que venimos a tratar hoy, el auténtico buque insignia de id Software, uno de los más influyentes y versionados de la historia del videojuego.
Hablamos por supuesto de Doom (1993), el festival demoníaco y sangriento que hizo famosos a Romero, Carmack y compañía a principios de los 90. Hoy no solo repasaremos la música del primer juego, sino de toda la trilogía original, desde los MIDI de Robert Prince hasta los involucrados en el último proyecto previo al reinicio, lo que se conoció como Doom 3 allá por el año 2004 de nuestra era.
Hell Awaits
id Software comenzó su actividad en 1990, aunque su fundación se haría efectiva un año después. En el equipo inicial solamente eran cuatro: John Romero, John Carmack, Adrian Carmack y Tom Hall, pero pronto buscarían un compositor. El elegido sería Robert C. Prince III, mejor conocido como Robert Prince o ‘Bobby’ Prince, que había visto un anuncio y había sido contactado por Scott Miller de Apogee Software, la editora de if Software, llevándolo a una entrevista con Romero para materializar su contratación.
Robert Prince, que por entonces tenía unos 50 años —algo que contrasta con los años de juventud que vivía el resto del equipo— empezó componiendo para juegos de la serie Commander Keen, siendo su primer éxito la música de Wolfenstein 3D en 1992, un juego en el que tuvo total libertad tanto para componer como para hacer los efectos de sonido, que incluyen las divertidas voces de los soldados nazis que tanta relevancia tuvieron.
La buena acogida de aquel título hizo que todo el mundo estuviera expectante ante lo que preparaban los desarrolladores americanos. Bobby Prince se reunió con el equipo para descubrir que lo nuevo de id Software llevaría por título Doom (1993). Entonces Romero se le acercó con un puñado de CD y le dijo: "Esta es la música que queremos para el juego". Mucho se ha especulado sobre qué álbumes le entregó, pero en los datos del MIDI se han podido extraer seis referencias: Facelift (1990) y Dirt (1992) de Alice in Chains, South of Heaven (1988) de Slayer, Badmotorfinger (1991) de Soundgarden, Core (1992) de Stone Temple Pilots y el «Big Gun» de AC/DC, incluido en la película El último gran héroe, estrenada ese año.
Bobby Prince seguramente estudió muchos más discos, aunque él no estaba de acuerdo con la idea de plagiar artistas de metal, por lo que también hizo sus propias composiciones. El juego abre con el archiconocido main theme «At Doom's Gate» [E1M1], un tema idéntico al inicio de «Hooked» del grupo americano D.R.I. , sacado de su álbum Crossover (1987). En ocasiones se ha comparado también con «No Remorse» de Metallica, concretamente por el riff que va debajo del estribillo, pero creemos que aunque los propios D.R.I. habían sufrido la influencia de los cuatro jinetes de San Francisco, el parecido en sonido y tonalidad es mucho mayor en su canción.
Slayer fue otra de las principales influencias, y podemos ver su impronta bien clara en la [E3M3]:
Doom Soundtrack – «Deep Into the Code» [E3M3]
Slayer – «Behind the Crooked Cross»
Otros discos que casi seguro se tomaron de referencia fueron el Vulgar Display of Power de Pantera y el Dehumanizer de Black Sabbath, ambos de 1992, pero no están confirmados. John Romero asignó cada pista a uno de los niveles cuando el juego estuvo acabado, destacando «Dark Halls» [E1M3], «Kitchen Ace (And Taking Names)» [E1M4], «I Sawed the Demons» [E2M1] o «The Demons From Adrian’s Pen» [E2M2].
Algunas de las pistas restantes fueron utilizadas en Doom II: Hell on Earth, que vio la luz en 1994 de nuevo con Bobby Prince a cargo de la música, aunque sería su último juego con id Software, ya que pasaría a componer por su cuenta en otras sagas de Apogee como Duke Nukem. En 1997 el propio Bobby Prince editó un CD titulado DOOM Music del que apenas se hicieron mil copias; el disco contiene música de los dos primeros juegos —al menos 8 pistas de esta segunda parte, con temas tan sonados como «Shawn's Got the Shotgun» [II-07] o «Waiting for Romero to Play» [II-18]—, siendo el único material oficial que se ha lanzado hasta la fecha.
Pasaron justamente diez años hasta que se produjo el regresó con Doom 3. Para entonces Romero ya no estaba en la compañía, pero su paso por Quake iba a tener influencia en la música de dicho título, y es que la relación que se creó con id Software y los Nine Inch Nails de Trent Reznor en aquella banda sonora haría que el batería Chris Vreena repitiese en una labor de producción. El verdadero compositor sería su amigo Clint Walsh, ambos componentes del dúo de rock alternativo Tweaker. Y a pesar de los evidentes toques de ese estilo, la banda sonora resultaría en un repertorio mucho más ambiental e industrial de lo que había acostumbrado la saga, ajustado en parte al tipo de juego, que en este caso además de su compontente de FPS abrazaba la exploración de aventura survival horror.
En 2016 se produjo el reinicio de DOOM con Mick Gordon, pero esa es otra historia…