Muchos de nosotros sabemos que Sonic últimamente no está pasando por buenos momentos. Los últimos juegos del erizo nos han hecho pensar que los años en los que este disfrutaba de juegos de plataformas a su altura son cosa del pasado, pero aun así nos negamos a que este personaje tan querido deje de aparecer por nuestros televisores.
Lo cierto es que uno de los juegos que sí están siendo buenos es la saga Sonic and SEGA All-Stars Racing, ya que no sólo se trataba un buen juego de carreras, sino que además devolvía a la vida muchos de sus personajes más carismáticos. Pero antes que este, mucho antes, casi veinte años atrás, Sonic y sus amigos se subieron por primera vez a un vehículo para hacer frente, sin sonrojo, al genial Super Mario Kart.
Las comparaciones son odiosas, y más cuando se trata de copiar con descaro un tipo de juego en una consola inferior a Super Nintendo, como fue Game Gear. La portátil de Sega era parecida en potencia a Master System, pero con una pantalla a color de menor resolución que esta, y donde muchas veces el problema era el scroll, como en los juegos de plataformas por ejemplo, y su poco campo de visión en los escenarios.
Por ello, nos atrevemos a decir que Sonic Drift fue una apuesta arriesgada, ya que no solo se intentaba montar en karts a los personajes del mundo Sonic al igual que Mario Kart, sino que además lo hacían en una plataforma donde el modo 7 era una utopía, ¿cómo lo resolvieron entonces?
Entre el scaling y la nada
Sega estaba dispuesta a dar una respuesta al exitoso juego de Nintendo, pero a pesar de poder haberlo lanzado en Mega Drive, lo hicieron en la modesta Game Gear de manera exclusiva, ¿por qué?
Quizás el hardware de la 16 bits de Sega fuera superior y una mejor plataforma donde lanzarlo, pero el juego de Nintendo destacaba por un genial uso del modo 7 para sus circuitos, y Mega Drive carecía de esta posibilidad, por lo que quizás, Sega pensó que ante la imposibilidad de superar gráficamente al juego en cuestión, mejor sería probar primero en una plataforma más modesta.
El juego fue lanzado en Japón en el año 1994, y presentaba cuatro personajes a elegir, sin la posibilidad de descubrir algún otro oculto. La historia es bastante sencilla, y es la misma que en su secuela: competimos en varios circuitos por llegar el primero y obtener la correspondiente esmeralda del caos. Para ello Sonic, Tails, Amy y Eggman son los encargados de competir por las tres esmeraldas, la verde, roja y amarilla, donde encontramos en cada una de ellas varios circuitos que a modo de rounds tenemos que ir superando.
Gráficamente es donde encontramos el problema, ya que para Game Gear, el juego mostraba un decente scaling con el que movía sin demasiados problemas, pero ese mismo sistema es el que hacía que muchos encontrasen al juego "arcaico", ya que el modo 7 mostraba una sensación de velocidad y una espectacularidad muy superior al desgastado scaling.
El segundo, mejor, pero igual
La segunda parte de este juego mejoró los problemas del primero. Los escasos circuitos y los únicos cuatro personajes a elegir aumentaron su número, y los personajes pasaron de cuatro a siete: Sonic, Tails, Amy, Eggman, Knuckles, Fang y Metal Sonic para elegir, y los circuitos aumentaron a 18, mostrando parajes incluso de Sonic 3.
El scaling mejoró, y con ello la complejidad de los circuitos, ya que en la primera parte eran bastante cortos, algo que en su segunda parte notamos aunque no demasiado.
Los circuitos son divertidos, en parte gracias a las habilidades de los personajes, donde recolectando monedas podemos hacer un movimiento específico, donde por ejemplo Sonic disfruta de un turbo, mientras que Knuckles puede mantenerse en el aire y atizar al que pase por allí.
Los monitores dan también poder de acelerar, saltar o dejar una bomba, algo que podemos usar contra los enemigos, que siempre sabemos por dónde andan gracias al utilísimo mapa situado en la parte superior de la pantalla. El juego en conjunto se dejaba jugar y era divertido, pero a pesar de ello, no hubo una tercera entrega con la que pudiéramos seguir conduciendo a los personajes de Sega.
Por ello parece que la compañía del logo azul dejó esta saga en un experimento del que no se volvió a dar continuidad hasta el 2010 con Sonic & Sega All-Stars Racing. Sonic Drift, sobre todo en su segunda parte, mostró buenas intenciones y muchos lo disfrutaron en su día, ¿fuiste tú uno de ellos?