Naughty Dog ha cerrado, en principio, la posibilidad de ver a corto plazo un contenido descargable de The Last of Us Parte II similar al de Left Behind para el juego original. Tampoco parece probable que el próximo título del estudio sea The Last of Us 3, para el que habría que esperar bastantes años. El juego más inmediato del estudio sería el juego independiente que parte del multijugador de The Last of Us Parte II, cuya ambición lo ha hecho crecer para dejar de ser un acompañante al núcleo principal. Con PS5 presentada, quizás oigamos más de la evolución de Facciones en los próximos meses, y después un proyecto completamente nuevo.
Sin embargo, The Last of Us Parte II amplía el mundo de la saga con multitud de nuevos personajes, grupos y trasfondo, y muchos de estos temas se tocan de pasada. En Vandal vamos a imaginar esas "historias no contadas" que se dejan a la imaginación del jugador y que podrían servir para un spin-off o entrega independiente, tal y como sucedió con Uncharted: El Legado Perdido, un juego de dimensiones más reducidas que su predecesor. Obviamente, en adelante todo lo que vamos a hablar incluye importantes spoilers del argumento y su final.
Un episodio con Joel entre el primer juego y la secuela
Joel es una pieza fundamental en The Last of Us Parte II, más de lo que se podría pensar a simple vista. Las conversaciones y debates del juego después de su lanzamiento han señalado en más de una ocasión que Ellie se podía considerar la auténtica protagonista del original –pese a que se controla pocas horas- por ser el motor que da comienzo al viaje y la persona que cambia a Joel. Joel en cambio es el personaje sobre el que gira todo en Parte II, es el objetivo de Abby y hace avanzar de nuevo la rueda de la venganza, acto que despierta la ira de Ellie, de Tommy, y con el progreso de la historia, precipita la muerte de varios los personajes implicados en la guerra. La imagen de Joel está siempre presente en la mente de Ellie, es la punzada del remordimiento de los últimos meses –los personajes se habían distanciado por varios motivos-, quien hace que Ellie pida más venganza cuando aparentemente tenía una vida feliz, aunque con estrés postraumático, y el motivo de perdonar la vida a Abby en el último momento.
Pasan años entre el final del primer The Last of Us y Parte II, así que literalmente se pueden contar todas las historias que se deseen con la vida de Joel en Jackson: las patrullas de vigilancia, la interacción con otros supervivientes, expediciones en bosques… Uno de los contenidos descartados hablaba de Esther, la novia de Joel, quien aparecería en recuerdos jugables. El destino del personaje era sufrir una mordedura de infectado y, fuera de cámara, escucharíamos un tiro que confirmaba su suicidio o el disparo de Joel. Una historia dramática que bien podría dar lugar a un capítulo de pocas horas.
La muerte de Joel no es el final para el personaje, que incluso podría volver en más flashbacks de momentos emotivos, recuerdos más orientados a la acción, o con episodios precuela antes de conocer a Ellie.
Las aventuras de Tommy
Tommy, el hermano de Joel, gana peso en Parte II. Hay varias aventuras paralelas que no vemos en el juego, como su propio viaje de venganza. Desde el punto de vista jugable se podría aprovechar su habilidad con el rifle de francotirador, así que incluso sin la fuerza física de Joel, la habilidad de combate de Abby o el sigilo de Ellie, podría ser un personaje capaz de enfrentarse a sus enemigos desde la distancia con la mira telescópica y nuevos tipos de trampas.
Además, Tommy resulta interesante en su vida personal, algo que se podría aprovechar para contar las fricciones y el deterioro de su matrimonio con María. Al final de Parte II sabemos que, por todos los acontecimientos de los últimos meses, la pareja ha decidido pasar un tiempo separados. Su estado físico –tuerto, cojo- y mental muestran a un personaje tan deteriorado o más que Ellie, obsesionado con la venganza y sin un futuro claro: Abby le ha robado todo lo que tenía.
La vida de los Serafitas
Parte II nos da un vistazo a la comunidad de supervivientes en Jackson y la fuerte preparación de Los Lobos, mientras que de los Serafitas vemos poco más que su aldea. Parece que la historia se diseñó con todo un trasfondo de su culto y tradiciones, que podría resultar interesante conocer desde el punto de vista de Yara y Lev poco antes de su huida, cuando cruzan su camino con Abby.
Los miembros de los Serafitas siguen unos ritos muy estrictos en su manera de vestir y atacan a todos aquellos que ven como amenazas, con sacrificios para amedrentar cualquier atisbo de "apóstatas" o desertores. Un contenido de historia podría abordar la vida de Yara y Lev con su madre, o profundizar en Emily, quien muere durante la escena en el bosque donde Abby está a punto de ser ahorcada.
La zona cero en Seattle
Una de las zonas de más terror en The Last of Us Parte II se vive en las plantas inferiores de un hospital que fue la zona cero del incidente en la ciudad. El lugar está sellado hasta que entra Abby, y podemos ver que aquí la infección ha causado estragos entre los pacientes, y da lugar a un nuevo tipo de monstruosidad, el temible Rat King, una especie de amalgama de varios infectados con una fuerza descomunal, capaz de atravesar paredes, gran resistencia y más velocidad de la que podríamos pensar por sus dimensiones. Una pesadilla de jefe.
Sin duda, algo especial ha sucedido en esta planta del hospital y Naughty Dog podría explorar cómo se abordó la pandemia en sus primeras fases, y qué llevó a los responsables a bloquear todas las puertas. En la partida encontramos documentos de los doctores, la llegada de pacientes mordidos y el miedo a los efectos que está causando esta infección del cordyceps. "Los pacientes infectados tienen una fuerza sobrehumana. No esperábamos este tipo de resistencia. Creíamos que estaban enfermos y débiles. No creía que iba a verlos partir a mis hombres por la mitad", dice uno de estos mensajes. "Hay que ser muy idiota para pretender contener esto".
Los Víboras, el grupo de Santa Bárbara
El mundo sin ley de The Last of Us cuenta con diferentes facciones en cada región, y en la parte final, que transcurre en Santa Bárbara, conocemos a los Víboras. Este grupo fuertemente armado utiliza trampas para cazar infectados y supervivientes de la zona, y son un poco más retorcidos que otros que conocíamos. No luchan por recursos, sino también por "diversión", esclavizan, se aprovechan de los infectados, e incluso contagian a humanos de manera intencionada. Cuando se encuentran a Abby y Lev, su primer impulso no es acabar con ellos sino llevarlos a su base; cuando los esclavos se resisten, son enviados a las columnas, una muerte lenta por exposición al sol y los elementos. A veces, los capturados prefieren suicidarse.
Su papel en Parte II tampoco va más allá que el de mostrar que hay bandas aún más crueles en otras zonas del país, sin moral alguna, pero podrían servir como enemigos para un nuevo contenido protagonizado por nuevos personajes de la zona, detallando más sobre sus prácticas y la vida de sus prisioneros. Su equipamiento -chalecos antibalas, cascos, rifles automáticos- los hace unos rivales muy peligrosos e ideales para aventuras de una dificultad elevada.
Las historias tras el final
El final de Parte II deja varias historias abiertas que pueden ser abordadas por la secuela o spin-off. Dina y su hijo abandonan la granja cuando Ellie decide finalmente continuar con su venganza, y no sabemos si su destino es Jackson, y si llegan sin problemas. Por su parte, cuando Ellie regresa al que era su hogar y encuentra que Dina se ha marchado, vemos en la escena final que emprende un nuevo viaje. ¿Va en su búsqueda? ¿Se dirige hacia Jackson?
Abby y Lev tienen su propio camino, y antes de ser apresados por los Víboras, contactan por radio con una base de Luciérnagas en Santa Catalina, donde hay una comunidad creciente de miembros. Parece obvio que al dejar atrás a Ellie en el último enfrentamiento, Abby buscará comenzar una nueva vida en este lugar. Pero hasta llegar allí pueden suceder muchos imprevistos.