Fubar, de la que os hablábamos en Vandal hace unos meses, llega a Netflix presentándose como una comedia de acción de altos vuelos en formato serie, trayendo consigo al veterano actor de Hollywood Arnold Schwarzenegger como gran atractivo y convidando a los espectadores a esperar una especie de reinvención de uno de sus papeles más míticos, el de Mentiras arriesgadas. El austríaco, que siempre había declarado que quería protagonizar una serie, cumple su sueño. ¿Ha estado a la altura? Os comentamos qué nos ha parecido Fubar en una crítica sin spoilers.
Un proyecto personal para Schwarzenegger: así es Fubar, la serie para Netflix que promete mucho pero ofrece poco
Se podría decir que los héroes no se jubilan, se recargan. Y Arnold Schwarzenegger, muy activo en su faceta de defensor de la salud y los buenos hábitos, es el ejemplo perfecto. Cuando anunció que iba a protagonizar su primera serie, muchos aplaudieron su arrojo y se mantuvieron expectantes ante tamaño acontecimiento. Schwarzenegger, que nunca ha tenido reparos en hablar de su carrera, ha estado repasando qué papeles de su filmografía han sido los más queridos y los más reivindicados. Sí, El último gran héroe parece haber subido puestos y todo el mundo lo recordará como Conan o el incansable T-800 de Terminator -saga de la que se ha retirado-, pero muchos recuerdan otra de sus colaboraciones con James Cameron: Mentiras arriesgadas.
"Allá donde voy, la gente me pregunta que cuándo voy a hacer otra gran comedia de acción al estilo de Mentiras arriesgadas. Pues bien: aquí está", explicaba el actor hace unos meses en un conocido medio norteamericano. "Fubar te va a patear el culo y a hacerte reír. Y no solo durante dos horas. Tienes una temporada entera", añadía.
Desgraciadamente, los ocho episodios de Fubar presentan mucho, prometen aún más y cumplen muy poco. Esta ficción, que narra la historia de un padre y una hija que descubren que toda su relación se ha basado en una mentira, no termina de despegar en ningún momento -como su título indica en su traducción literal al español algo jodido más allá de todo reconocimiento-, hay algo que no funciona. Y cuando lo hace, lo hace por el mero carisma de su gran protagonista, un Schwarzenegger al que se le da muy bien hacer reír.
El punto de partida de Fubar era francamente interesante. Ambos, padre e hija - una excelente Monica Barbaro (Top Gun: Maverick)- se darán cuenta que dos son agentes encubiertos de la CIA, dando como resultado un buen número de giros, situaciones imprevistas y secuencias cargadas de acción, con una historia que sabe entrar en la comedia de situación cuando toca, pero que no consigue explotar sus credenciales. El showrunner de esta ficción, Nick Santora, responsable de Prison Break, parece apresurarse en construir todo un mundo de dinámicas familiares para luego resolverlas de forma apresurada, sin ahondar en los supuestos conflictos personales que se van generando por el camino. Si bien hay que conceder que su presentación engancha -sus dos primeros capítulos funcionan y sirven de terreno sobre el que edificar serie interesante a priori-, el desarrollo de Fubar es irregular, con gags que no terminan de funcionar, un humor pasado de vueltas y algunas secuencias de acción vergonzosas por lo rutinarias.
Hace unos meses, Citadel, el éxito de Prime Video, que ha arrasado en audiencias, intentó ofrecer una fórmula similar, con agentes encubiertos, acción y humor. En el caso de la producción de Amazon, más seria en maneras que esta Fubar de Netflix, la idea funcionaba mucho mejor, ya que sus ingredientes estaban mucho mejor distribuidos, con una proporción justa. Fubar, por el contrario, es cargante: intenta emular las comedias de acción de los años noventa con poco atino, dando como resultado algo que parece un sketch soso de Saturday Night Live. Poco tiene que hacer un Gabriel Luna como villano y capo de la droga sudamericano, que intenta servir de antagonista a una familia de espías que tiene otros problemas a los que hacer frente en las tramas.
Es una lástima, pero parece que Netflix vuelve a caer en el mismo error de siempre. Si La madre con Jennifer Lopez nos pareció un thriller alimenticio, de fondo de catálogo que partía de una base interesante, esta Fubar se nos antoja una comedia de acción y situación francamente olvidable. Sí, Schwarzenegger es un punto a su favor, y la nostalgia hará que millones de espectadores piquen y se dejen llevar por su endeble propuesta, pero no sabemos si la segunda temporada acabará llegando en vista de lo conseguido por esta primera tanda de episodios.
Hemos visto Fubar gracias al acceso anticipado de Netflix España y la agencia PR Garage.