Arnold Schwarzenegger, que se ha despedido de forma definitiva de Terminator, está inmerso en un repaso constante de su carrera. El actor, que estrenará Fubar en Netflix, ha elegido cuáles son sus películas más míticas y los momentos más complicados de su carrera, ahondando incluso en el pasado nazi de su padre. Mientras mira hacia adelante, Schwarzenegger ha hablado de la que cree que es la película más infravalorada de su filmografía, que no es otra que El último gran héroe.
Schwarzenegger cree que El último gran héroe es una gran película, que no tuvo suerte y que pagó los platos rotos por las inclinaciones políticas del austriaco
Schwarzenegger, que no duda en señalar cuáles son sus peores películas y que siempre ha sido muy perfeccionista, ha concedido una larga entrevista a The Hollywood Reporter, en la que habla sin tapujos del desenfadado y metareferencial filme de acción de John McTiernan, estrenado en los años noventa, y que coincidió con el ascenso de su carrera política en Estados Unidos.
"Fue masacrada antes de que nadie la viera. Fue literalmente un ataque político porque yo estaba haciendo campaña por el expresidente George H.W. Bush, pero ganó Bill Clinton. El último gran héroe era estupenda, no fantástica, pero estaba infravalorada”, explica Schwarzenegger, que piensa que está recuperándose con el paso del tiempo, siendo reivindicada por las nuevas audiencias y públicos.
"Ahora, cada vez más gente la ve y dice: ‘Me encanta esta película’. Estoy recibiendo los royalties residuales, así que sé que es verdad. Hizo dinero, eso siempre es importante para mí. Porque es el mundo del espectáculo, ¿no?", admite.
McTiernan, aún así, no estaba del todo orgulloso del resultado en su día, y confesó que el presupuesto luchó contra la visión de la película que tenía en su mente. "La película, desde el momento en que el estudio dijo que quería hacerla hasta que llegó a los cines, pasaron nueve meses y medio. Habríamos necesitado un mes más. En retrospectiva, también fuimos arrogantes...", explicó hace unos años. La producción, estrenada en 1993, es un clásico dentro de las aventuras de acción, y nos cuenta cómo Danny Madigan, chico aficionado al cine y admirador del actor Jack Slater, el héroe de acción de los noventa, acaba dentro de una de sus películas luego de que reciba una entrada mágica para poder verla en primicia. Sin lugar a dudas, un filme que tendrá su hueco en la próxima serie documental que estrenará con Netflix.