Citadel, la épica serie de acción de la que os hemos hablado en Vandal Random desde hace unos meses, destacando sus claves y puntos fuertes. Es la gran apuesta de Amazon para Prime Video en 2023.
Es una colosal producción de espías, con un reparto de primer nivel y el beneplácito de los hermanos Russo, autores de Vengadores: Endgame o El agente invisible, que dan el salto a las series de televisión con un proyecto que será la piedra de toque de un complejo mundo de historias y spinoff variados. Con David Weil, showrunner y creativo principal, os contamos si merece la pena Citadel en una crítica sin spoilers del arranque de una serie que está protagonizada por Richard Madden y Priyanka Chopra Jonas, junto con Stanley Tucci y Lesley Manville.
Espías sin memoria en un colosal relato que mezcla acción y suspense en una propuesta similar a la de Misión Imposible: así es Citadel, la gran apuesta de Amazon
Citadel es un proyecto que lleva, literalmente, años en el seno de Amazon. La producción ha pasado por distintos estados y conceptos, con cambios creativos que han llevado a los hermanos Russo a recalar como productores ejecutivos y consultores, en un intento de otorgar el mimo necesario para una idea de esta calibre. No obstante, hablamos de una ficción de altos valores de producción, con un montante espectacular en su concepción, más de 250 millones de dólares según las últimas informaciones, que casi iguala a lo que costó a Amazon la primera temporada de Los anillos de poder. En otras palabras: hablamos de la segunda serie más cara de la historia. Sin rodeos.
La épica producción nos narrará cómo, ocho años después de la caída de Citadel, la agencia mundial de espionaje independiente, todo está sumido en el caos. La agencia era la encargada de velar por la seguridad de todos, ayudando a los gobiernos y países de todo el mundo a permanecer libres de amenazas terroristas. Sin embargo, cerca de la gran victoria, Citadel fue destruida en su totalidad por agentes de Manticore, un poderoso sindicato que manipula desde las sombras. Tras la caída de la agencia, los agentes de élite Mason Kane (Richard Madden) y Nadia Sinh (Priyanka Chopra Jonas) consiguen escapar con vida de una operación que no salió bien, pero pierden todos sus recuerdos, quedándose varados en una realidad gris e inexistente, y desde entonces han permanecido ocultos, construyendo nuevas vidas con nuevas identidades, sin ser conscientes de su pasado.
Todo parece normal hasta que una noche, Mason es localizado por su antiguo colega de Citadel, Bernard Orlick (Stanley Tucci), que necesita desesperadamente su ayuda para impedir que Manticore establezca un nuevo orden mundial. La agencia rival ha conseguido controlar un buen número de gobiernos y organismos internacionales, y están conspirando para dar una especie de golpe de estado global gracias a la tecnología y el tráfico de influencias. Mason acabará buscando a su antigua compañera, Nadia, y los dos espías se embarcan en una misión que les lleva por todo el mundo en un esfuerzo por detener a Manticore, todo ello mientras se enfrentan a una relación construida sobre secretos, mentiras y un amor peligroso y a la vez eterno. Una historia de espías a la antigua usanza.
Citadel es una serie que sabe ser tanto ruidosa y espectacular como elegante y comedida, en lo que es un equilibrio difícil de conseguir y que, por ejemplo, no se dio en El agente invisible de Netflix de los Russo, producción con la que comparte muchos aciertos y algún que otro vicio o error de bulto. Su arranque es impresionante, con una set piece construida en la mejor tradición de James Bond, con diálogos que evocan a muchos de los tópicos del género, pero que encajan como una pieza de un mecanismo mejor engrasado de lo que puede parecer a simple vista. La producción toma el testigo de grandes exponentes como Misión Imposible y la saga de Bourne, ofreciendo al espectador exactamente lo que se puede esperar: tiroteos, coreografías, secuencias de acción, momentos de romance, humor y algún que otro elemento inspirado.
Sus dos primeros capítulos funcionan casi como una suerte de película de orígenes, como el punto de partida ideal para una historia que evoluciona rápidamente y que no duda en lanzar cliffhangers en los momentos oportunos, con algún que otro giro imprevisible y algún que otro cambio en las tramas que casi parece telegrafiado. Curiosamente, pese a su predisposición por el punch audiovisual, la ambientación exótica o la secuencia que se corona con una explosión -algunas realmente excesivas y artificiales-, Citadel es mejor serie cuando baja al suelo y nos ofrece el curioso entramado de personajes carismáticos que pueblan este universo de agentes secretos. Una escena de tortura, un intercambio de golpes y frases en un restaurante o el miedo de un mal sueño en mitad de la noche, y Citadel brilla con luz propia. No, se alcanza esa yuxtaposición de una doble vida -como padre de familia y espía- al estilo de Mentiras arriesgadas, no todo el mundo tiene el talento de James Cameron, pero sí podemos ver algunos tímidos destellos de brillantez en este ámbito.
Aunque suene un tanto manida la expresión world building, grandes escritores como Stephen King la odian, la producción de Amazon Studios construye con avidez y atino un escenario de juego muy atractivo para el día del mañana. No obstante, tras la serie principal, llegará una segunda temporada, series sucesoras y spinoff, cada uno producido y rodado en una región, y protagonizada por grandes talentos, formando una saga global distinta, en lo que es otra apuesta de Prime Video para ofrecer contenido original de calidad. Queda por ver si este experimento tiene largo, medio o corto recorrido, y de si el público responde bien a otra propuesta similar en tono a las de la competencia.
Hemos visto Citadel gracias al acceso anticipado ofrecido por Marco Agency y Amazon. La serie se estrenará el 28 de abril.
