Plataforma: Nintendo DS. Lanzamiento: 11 de diciembre.
El tren de Zelda sigue su curso, en esta ocasión de manera muy literal. El universo de Link sigue expandiéndose tras la senda iniciada en Wind Waker y confirmada con Phantom Hourglass en una aventura portátil que revisa todos los aciertos y errores de la primera entrega de Nintendo DS para ofrecer un título superior en todos sus aspectos. Explora un vasto mundo sobre raíles acompañado de Zelda, atrapada en forma espectral, y usa su nuevo estado para poseer a enemigos, superar nuevos puzles y restaurar su entidad corpórea.
Para ello, Link deberá enfrentarse a todo tipo de secretos, dominar objetos nuevos, como el látigo, o las posibilidades nuevas de viejos conocidos, como el bumerán, para avanzar, abrir nuevas zonas del mapeado y seguir explorando este mundo. El barco da paso al tren, pero nos encontraremos con viejos amigos, una buena cantidad de guiños al pasado, y todo ese encanto que sólo tienen los juegos de esta saga. Se reinventa a sí mismo, mejora lo anterior, y suma elementos para conformar una aventura completamente nueva que confirma la madurez de una consola que entrará, en 2010, en su sexto año de vida comercial (quinto en Europa).