Durante la pasada década, sobre todo en los últimos años, casi cualquier producto cultural – en especial los videojuegos y los superhéroes – que tienen un mínimo de éxito se convierte en taza, en muñeco, en alfombrilla de ratón o en zapatillas. El merchandising engulle casi cualquier propiedad intelectual triunfante, y provoca que cada vez más tiendas de videojuegos y de tebeos sustituyan las obras de sus estanterías por muñecos cabezones de sus personajes protagonistas y secundarios. LEGO, el fabricante de juguetes de construcción, causa gran expectación cuando anuncia un set de alguna saga popular. Por otro lado, Nintendo, nunca ajena al merchandising, pero especialmente dedicada a ello en los últimos años, no se conforma con cualquier cosa: sus peluches oficiales, sus líneas de ropa y sus videojuegos para móviles, en la mayoría de los casos, están especialmente cuidados. Pero la colaboración entre Nintendo y LEGO, sin dejar de serlo, va más allá de puro merchandising: es una interesante mezcla de juguete y videojuego, más lo primero que lo segundo, pero con detalles originales y con un sistema de construcción que recuerda, y mucho, al de Nintendo Labo.
El protagonista absoluto del paquete – realmente, los paquetes, en plural, pues cuando esté disponible el 1 de agosto ya habrá múltiples expansiones y otros DLC físicos que comprar – es una figura de Super Mario con altavoz y pantallas en los ojos, la boca y el pecho que reacciona al movimiento, que detecta los colores de las piezas de LEGO que está pisando, que puede interactuar con elementos de los niveles que construimos a través de una suerte de códigos QR, y que se sincroniza con nuestro teléfono móvil o tableta.
Construcción relajante
La experiencia de los primeros minutos tras abrir el Set de inicio: Aventuras con Mario ofrece sensaciones muy similares a las de, como decíamos, Nintendo Labo. El primer paso será instalar una aplicación en nuestro teléfono móvil y seguir los pasos para construir los distintos elementos que vienen en el paquete de inicio. Lo primero, y lo más sencillo, será el propio Super Mario. Tras colocarle sus pantalones, su gorra, sus bracitos, los botones del peto y colocarle las pilas (que la caja no incluye y para lo que hace falta un destornillador estándar, un proceso quizá algo complicado para un niño), lo encendemos. Nos da la bienvenida con un: "LEGO Mario Time!", a la vez que abre sus ojos digitales y sonríe. El siguiente paso es quizá poco común para un juguete: tendremos que sincronizar a Mario con la app (a través de Bluetooth) y actualizarlo, un proceso que tarda unos minutos y se hace automáticamente – en Vandal llevamos un par de semanas con él y ha descargado un parche en dos ocasiones, pero quizá con la versión comercial las actualizaciones no sean tan comunes.
Es en los siguientes pasos donde ofrece la experiencia calmada, tranquila y casi sorprendente de Nintendo Labo. Las bolsas de piezas vienen numeradas y la aplicación nos explica cuál debemos abrir a continuación para construir cada una de las cosas: un Goomba, una plataforma móvil giratoria, un Bowsy… Es gratificante ver cómo esos ladrillos y pequeñas piezas van tomando forma poco a poco conforme seguimos las instrucciones, a través de vídeos y planos tridimensionales con distintos pasos en los que podemos hacer zoom y rotar. Al final, esas piececitas que se nos escurrían entre los dedos acaban transformándose en un nivel que parece sacado de New Super Mario Bros., con su tubería de inicio, su banderín final, sus enemigos y sus pequeños detallitos aquí y allá.
Lo mismo se puede aplicar a los distintos sets de expansión, que ya se han desvelado al completo y serán unos cuantos. Desde los más pequeños, como Superderrape de la Planta Piraña y Avalancha de Bill Balazos, hasta los más enormes, como Caza del tesoro de Toad, y otros que no hemos podido probar, como los enormes Fortaleza Acorazada (un nivel con tres caminos, un gran castillo y varios enemigos) y Batalla final en el Castillo de Bowser (una réplica en LEGO con Bowser, Huesitos, plataformas de fuego…). Todos ellos se construyen fácilmente: esas piezas verdes al final se transforman en un rail custodiado por dos plantas piraña y esos engranajes de plástico en un mecanismo que hace girar sobre el escenario a dos Bill Bala.
Pero esa construcción inicial es solo el principio.
60 segundos: Super Mario contrarreloj
En el proceso de construcción de esos niveles es complicado no percatarse de que algunas piezas tienen una especie de códigos de barras. Ellos forman parte fundamental de la mecánica de juego de LEGO Super Mario. ¿Pero cuál es el objetivo de este jueguete? Conseguir el máximo número de monedas posibles en 60 segundos. El temporizador empieza a contar desde que colocamos a Mario en la tubería de inicio, y empieza a reproducir una remezcla la música típica del nivel 1-1 de Super Mario Bros.. A partir de ahí, está en nuestras manos cómo conseguir esas monedas: derrotando enemigos al posar a Mario sobre sus códigos QR el número de veces que sea necesario – una en un Goomba, cuatro en Bowsy, por ejemplo; o poniendo a Mario sobre una plataforma giratoria y darle vueltas con cuidado de que no se caiga, pues en ese caso perderá monedas y se aturdirá. Todo ello, con cuidado de llegar al banderín antes de que se acabe el tiempo.
Pero claro, ¿qué evita que un jugador coja a Mario y vaya de código QR en código QR sin pasar por las plataformas, tan solo consiguiendo monedas a cascoporro? Nada. Y es una decisión muy meditada por Jonathan Bennick, diseñador principal en LEGO de este proyecto. LEGO Super Mario ha estado cuatro años en desarrollo, un periodo en el que la juguetera danesa y Nintendo se pensaron mucho el concepto, la tecnología dentro de Mario, la aplicación para móviles y, sobre todo, el diseño. Recibieron ideas de Takashi Tezuka, colaboraron con el compositor Koji Kondo y se inspiraron en Super Mario Maker y en el primer nivel de Super Mario Bros..
En una charla a través de Zoom realizada la pasada semana junto a otros periodistas, Bennick nos contaba que se pensaron mucho cómo hacer que el sistema no se pudiera trampear, pero que finalmente decidieron hacerlo relativamente flexible porque aquí lo realmente importante no es conseguir la mejor puntuación, sino el disfrute del jugador e incentivar su imaginación. Eso no quiere decir que no haya sistemas que eviten los abusos de ciertos elementos del nivel: un bloque "?" puede soltar un champiñón (si Mario se cae, en lugar de perder monedas soltará dicho objeto) o una estrella la primera vez, pero luego solo soltará una moneda; y la mayoría de los enemigos y elementos del nivel solo dan buenas recompensas la primera vez que se utilizan en cada run.
Es un sistema flexible porque lo que quieren no es que se diseñen niveles rígidos, sino que los jugadores vayan reconstruyéndolo de distintas maneras, que un niño pueda "crear un nivel que tu madre o tu padre puedan completar al llegar a casa" después de trabajar, en palabras de Bennick. Ahí es donde entran en juego, claro, las numerosas expansiones que habrá disponibles en el estreno del producto y más adelante.
Aunque es más que probable que la imaginación de los niños nos sorprenda, al final el set de inicio, de 60 euros, tiene sus limitaciones (en cantidad de piezas y de variedad de elementos interactivos) a la hora de reconstruirlo para diseñar niveles distintos. Por ello son bienvenidos paquetes como el de las Plantas Piraña, que pueden mezclarse y remezclarse con el inicial, e introduce un rail con vagoneta donde situamos a Mario: inclinando el rail, Mario se mueve hacia uno y otro lado, obteniendo monedas por el camino, pero perdiendo otras tantas si se choca con las plantas piraña. Otro, como el de Toad y Toadette, tiene distintos elementos ocultos que dan monedas al conseguirlos, como un QR que aparece al abrir un cofre o al bajar la puerta de la casa de uno de los Toads. Además, también habrá trajes con habilidades especiales: Mario Hélice otorga monedas si hacemos que Mario vuele, y Mario Gato recoge monedas al andar por superficies verticales – y hace "miau" al hacerlo, lo que siempre es un plus.
Para motivar esta reconstrucción de niveles hay distintas funciones dentro de la aplicación, tan importante en LEGO Super Mario como el propio Mario.
Creatividad colaborativa
Conforme nos vamos haciendo adultos nuestra imaginación va deteriorándose; la creatividad de un niño con las herramientas adecuadas es complicada de alcanzar cuando ya estamos creciditos. ¿Qué hay más creativo que un niño? Muchos niños. La aplicación que hemos mencionado no sirve solo para guiarnos en la construcción, para sincronizar a Mario (y de ese modo, guardar nuestras puntuaciones y las monedas que hemos conseguido) y para añadir más sets a nuestro mundo virtual de LEGO Super Mario. También será un lugar de colaboración y competición.
La sección "Inspiración" de la app nos mostrará varios niveles construidos por otros usuarios y sugeridos por LEGO con los sets de los que disponemos para copiarlos o inspirarnos en ellos para construir nuevas fases. Además, la aplicación tiene un sistema para guardar nuestras creaciones, acompañadas de una foto que realicemos con la cámara del móvil, donde se especifica las monedas que hemos conseguido y los elementos que hemos usado para conseguirlas; y se pueden compartir con la comunidad usando LEGO Life. Además, desde LEGO harán desafíos temporales que llevará a los jugadores a competir por las mejores puntuaciones usando elementos y temáticas concretos.
LEGO Super Mario, obviamente, va dirigido a un público infantil con la curiosidad y la creatividad necesarias para disfrutar plenamente de un producto que se nota pensado y requetepensado, mucho más interesante que un simple LEGO del fontanero más famoso del videojuego. Pero incluso a nosotros, tras haber estado jugueteando con él más de una semana, nos ha parecido una experiencia interesante, sobre todo en su proceso de montaje, y nos ha dejado con ganas por ver los niveles que hace la comunidad una vez que los sets estén en sus manos el 1 de agosto. Sea como fuere, LEGO y Nintendo tienen entre manos algo va mucho más allá del simple merchandising.
Hemos probado el producto gracias al sets inicial y los cuatro packs de expansión que LEGO nos ha cedido. En uno de los vídeos la pantalla de Mario se comporta de manera errónea por un bugs en una actualización reciente, pero el producto que tenemos se encuentra en fase preliminar.
