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20 videojuegos clásicos que han envejecido muy bien

No todos los juegos soportan bien el paso del tiempo, por eso hemos elegido 20 ejemplos de juegos que por más años que pasen siguen siendo igual de disfrutables que el primer día.

¿No os ha pasado alguna vez que jugáis a un título que tiene más de dos décadas a sus espaldas y que, sorprendentemente, sentís que ha aguantado perfectamente el paso del tiempo? En la industria de los videojuegos podemos encontrar cientos de ejemplos de títulos clásicos que, ya sea por su pulida jugabilidad, impecable apartado artístico u otros aspectos, son disfrutables hoy en día de la misma manera que lo fueron en su momento. Somos conscientes de que hay muchísimos ejemplos de juegos que podrían entrar en esta categoría, aunque en Vandal hemos querido hacer una selección de 20 títulos clásicos que han envejecido muy bien para rememorar algunas obras que nunca pasarán de moda.

Eso sí, antes de comenzar nos gustaría destacar un par de puntos. El primero es que este reportaje se trata de una lista y no de un TOP, por lo que los títulos no están ordenados siguiendo ningún criterio de calidad.

El segundo es que, a pesar de que queremos destacar 20 videojuegos en concreto, puede que en alguna ocasión nos saltemos nuestras propias reglas para mencionar algún juego más que también ha envejecido realmente bien. Ya sabéis, hay tanto entre lo que escoger que nos daría algo de lástima que ciertos títulos se quedasen fuera del listado sin recibir ni una sola mención honorífica. Dicho esto, ¡comenzamos!

1. Castlevania: Symphony of the Night (1997)

El caso de Castlevania: Symphony of the Night es un tanto peculiar. En una generación en la que las tres dimensiones comenzaban a estar en auge y muchas franquicias decidieron dar el salto de las 2D a las 3D, Konami mantuvo una de sus sagas estrella en las dos dimensiones. El movimiento fue arriesgado puesto que el título pasó algo desapercibido en su época, aunque a día de hoy es considerado como un clásico de culto muy cotizado por los coleccionistas. Si nos centramos en el juego como tal, encontramos un metroidvania puro y duro de la vieja escuela con un diseño de escenarios tremendamente trabajado, una jugabilidad que apenas ha envejecido, una banda sonora al nivel al que nos tienen acostumbrados el resto de entregas y un apartado técnico tirando a sencillo, pero con una dirección de arte que proporciona algunas estampas realmente bellas.

2. Doom (1993)

El Doom original de 1993 sigue manteniendo el tipo a día de hoy como un shooter en primera persona de la vieja escuela -o boomer shooter, según prefiráis- tremendamente frenético, violento y variado. Puede que la posición del arma principal, que se encuentra en el centro en lugar de las esquinas como viene siendo habitual en los shooter modernos e incluso en los títulos más recientes de Doom, descoloque a más de uno, aunque es fácil adaptarse a sus controles y dejarse llevar a los pocos minutos de juego. Por lo demás, si su desfasado apartado técnico no os echa para atrás, encontraréis en este primer Doom una aventura corta, pero intensa, y repleta de niveles que explorar con el objetivo de conseguir mejores armas para desmembrar a los demonios que se crucen en vuestro camino.

3. Final Fantasy VI (1994)

La sexta fantasía final sigue siendo un JRPG prácticamente redondo y al que pocos títulos pueden mirar de tú a tú. Desde sus impecables diseños de criaturas y personajes, hasta el intachable diseño de sus mazmorras, su atrapante historia repleta de giros que no nos vemos venir y su adictivo sistema de combate con una progresión medida al milímetro, Final Fantasy VI es perfectamente jugable a día de hoy independientemente de si se trata de vuestra primera vez u os apetece revivir su aventura. En este sentido, los Final Fantasy en dos dimensiones han envejecido realmente bien, cosa que no ocurre a nuestro parecer con algunas de las entregas en tres dimensiones más veteranas como Final Fantasy VII. Ojo, no estamos diciendo que sean malos videojuegos, sino sencillamente que su apartado técnico y jugabilidad han envejecido algo peor y pueden ser menos accesibles hoy en día.

4. F-Zero GX (2003)

Si hablamos de títulos de carreras que han envejecido bien podemos mencionar algunos ejemplos como el gamberro Burnout 3: Takedown, aunque nosotros nos quedamos sin duda alguna con F-Zero GX. El título lanzado para GameCube sigue manteniéndose como un juego de carreras futurista endiabladamente veloz, con muchos corredores entre los que escoger y circuitos que recorrer a una velocidad vertiginosa. Podríamos tratar de describir con palabras las increíbles sensaciones que transmite F-Zero GX a los mandos, aunque todo lo que pudiéramos decir sobre su impecable control o sensación de velocidad se quedaría muy corto comparado con la experiencia que supone jugarlo por uno mismo. A día de hoy nos seguimos preguntando cómo el equipo de desarrollo consiguió que este título pudiese funcionar a 60 fotogramas por segundo sólidos como una roca en GameCube, aunque os aseguramos sin miedo a equivocarnos que se trata de una de las experiencias de conducción más salvajes que podéis probar incluso a día de hoy.

5. Metal Gear Solid 3: Snake Eater (2004)

Podríamos debatir si Metal Gear Solid 3: Snake Eater es el mejor videojuego de Hideo Kojima y una de las obras más legendarias de Konami, aunque lo que es una certeza indiscutible es que los años le han sentado fenomenal a este clásico del espionaje. No conforme con tener una narrativa excelsa y uno de los finales más emotivos de la historia del medio, Metal Gear Solid 3 se las ingenió para exprimir al máximo la potencia del hardware de PlayStation 2 con unos entornos tremendamente detallados, unas animaciones y expresiones faciales que dotaban a sus personajes de un mayor realismo, y una interacción con algunos elementos del entorno bastante sorprendente para la época. Por si fuera poco, el título cuenta con unas mecánicas que nos ofrecen múltiples posibilidades a la hora de hacer frente a nuestros enemigos, obligándonos a tomar ciertas decisiones para escoger si preferimos ser pausados y sigilosos o más ruidosos y viscerales.

6. Metal Slug (1996)

Si hablamos de run and gun, no podemos dejar fuera de la lista al rey entre reyes. Nos referimos, por supuesto, a Metal Slug, un título que triunfó enormemente en las máquinas arcade de Neo-Geo y que sigue manteniéndose igual de fresco y divertido que antaño. Tal y como os hemos comentado en anteriores ocasiones y seguiremos repitiendo durante el reportaje, se podría decir que la gran mayoría de run and gun han envejecido sorprendentemente bien, aunque nos quedamos con el primer Metal Slug por la tremenda fluidez de sus frenéticas partidas, por mantener un estilo visual muy característico y por lo trabajadas y satisfactorias de ver que son las animaciones de sus personajes. Sortear diferentes obstáculos mientras acribillamos a todo un ejército, rescatamos rehenes y conseguimos potenciadores para hacer frente a los jefes finales, sigue siendo tan divertido como el primer día y lo seguirá siendo dentro de muchos años más.

7. Metroid Fusion (2002) / Metroid Zero Mission (2004)

Las dos entregas lanzadas para Game Boy Advance de la saga protagonizada por nuestra cazarrecompensas favorita de los videojuegos son, a día de hoy, dos grandes metroidvania que no han perdido ni un ápice de calidad con el tiempo. Metroid: Zero Mission, el remake de la primera entrega lanzado para la añorada portátil, sigue siendo un título muy consistente con un diseño de niveles repleto de secretos y potenciadores por conseguir, unos enfrentamientos contra jefes finales que suponen todo un desafío y, lo más importante, un control que responde perfectamente independientemente de las acciones que realicemos con Samus Aran. Lo mismo podemos decir acerca de Metroid Fusion, también conocido como Metroid 4, un título que, pese a que cuenta con un desarrollo algo más lineal que Zero Mission, mantiene todas las bondades que os hemos comentado.

8. Metroid Prime (2002)

La rompedora obra maestra de Retro Studios sigue siendo en nuestros tiempos una de las aventuras en tres dimensiones más bien diseñadas que podemos jugar. El primer Metroid Prime para GameCube fue un título adelantado a su tiempo por su impresionante apartado gráfico, con una fluidez a unos 60 fotogramas por segundo imbatibles, conformado por unas texturas, modelados y pequeños detalles como las gotas de agua impactando sobre el casco de Samus Aran que eran totalmente impensables para la época. Por otro lado, encontramos una jugabilidad en primera persona que combina secciones de acción, puzles y exploración en unos escenarios en tres dimensiones interconectados y que esconden múltiples secretos, jefes finales y rutas alternativas. Todo ello sin olvidarnos del cuidado diseño de criaturas de Tallon IV y su interesante universo. Una auténtica joya que ha resistido perfectamente el paso del tiempo y que es todo un exponente para el género.

9. Sonic the Hedgehog 3 & Knuckles (1994)

La culminación de la trilogía original de Sonic en Mega Drive se mantiene como un divertidísimo y adictivo título de plataformas en dos dimensiones que cogió todo lo bueno de las anteriores entregas y exprimió al máximo la potencia del hardware de la consola de Sega. Sonic 3 & Knuckles cuenta con un control pulidísimo con el que podemos realizar diferentes acciones a toda velocidad mientras controlamos al erizo azul, a Tails o Knuckles, en unos niveles que constan de diferentes actos ubicados en ambientaciones muy variadas y con una banda sonora de fondo que sigue estando entre lo mejor de la saga. La rapidez de su jugabilidad marca de la casa, así como su factor rejugable que nos invita a recorrer las pantallas una y otra vez para conseguir la mejor puntuación y superar nuestros propios récords, siguen siendo dos incentivos maravillosos para revivir o jugar por primera vez este auténtico clasicazo.

10. Starcraft (1998)

El título original de la popular saga de estrategia en tiempo real creado por Blizzard fue todo un referente en su momento y su calidad fue tal que, incluso hoy en día, sigue siendo un juego perfectamente accesible para los fans del género. Incluso si habéis jugado a StarCraft 2, en cuyo caso puede que sintáis que algunas mecánicas están algo obsoletas, el primer StarCraft ofrece un modo multijugador y un modo campaña que, además de extenso, cuenta con tres facciones jugables totalmente diferentes y con mucho carisma. Todo esto sin olvidarnos de mencionar, por supuesto, su sorprendentemente elaborado guión, repleto de personajes de lo más interesantes y una construcción de mundo rica y absorbente. En pocas palabras, StarCraft es historia viva de los videojuegos y, por suerte, un título que ha envejecido lo suficientemente bien como para ser disfrutado en estos tiempos.

11. Street Fighter II (1991)

Street Fighter II es uno de los mejores títulos de lucha arcade en dos dimensiones que hemos podido probar nunca y prueba de ello son las numerosas reediciones que ha ido sacando Capcom a lo largo de las generaciones. El título arrasó en los salones recreativos de la época gracias a su pulida jugabilidad y su generoso plantel de personajes, cada uno con movimientos diferentes y habilidades propias que requerían de cierto tiempo para dominarlos por completo. Técnicamente sigue siendo un título bastante colorido y llamativo a la vista, aunque lo más destacable sin lugar a dudas es la fluidez de los movimientos de los personajes y lo llamativas que son algunas animaciones concretas. Toda una auténtica joya atemporal e imperdible para los fans más acérrimos del género.

12. Streets of Rage 2 (1992)

Streets of Rage 2, la segunda entrega lanzada para Sega Mega Drive de la saga beat'em up, un género que es también popularmente conocido como "yo contra el barrio", mantiene perfectamente el tipo en estos tiempos modernos. Hemos escogido la segunda parte porque nos parece la más redonda de las tres, aunque lo que comentaremos a continuación es aplicable también a la entrega original y a Streets of Rage 3, más que nada porque en general los beat'em up en dos dimensiones han envejecido francamente bien. Además de por su preciosa estética pixel art que nunca pasa de moda, Streets of Rage 2 destaca por su pegadiza banda sonora y por lo adictiva que resulta su jugabilidad, ya sea en solitario o compartiendo los mamporros callejeros para limpiar las calles del crimen con un amigo.

13. Super Mario 64 (1996)

La primera incursión a las tres dimensiones del fontanero de Nintendo no podía faltar en nuestra lista, y es que más allá de ser uno de los mayores pioneros en lo que se refiere a los plataformas en 3D, Super Mario 64 sigue siendo sorprendentemente jugable en los tiempos actuales. Sí, puede que la cámara no se coloque siempre en la posición idónea y que provoque algunas muertes injustas en niveles muy concretos, pero el control de Mario sigue respondiendo muy bien y realizar acciones como correr, saltar sobre los enemigos o hacer un triple mortal sigue siendo tan satisfactorio como cuando se puso a la venta en Europa en 1997 -1996 en Japón y América del Norte- para Nintendo 64. A su impecable control le tenemos que añadir un diseño de niveles excelso que sigue aguantando a las mil maravillas hasta el punto de que algunos actos en concreto siguen siendo una masterclass de cómo diseñar un plataformas en 3D. Si nunca le habéis dado una oportunidad, no os dejéis engañar por su anticuado apartado técnico, ya que en sus pantallas os aguardan decenas de horas de diversión.

14. Super Mario World 2: Yoshi's Island (1995)

El excelente título de plataformas en dos dimensiones protagonizado por Yoshi y Bebé Mario sigue siendo uno de los juegos de su género más desafiantes. No os dejéis engañar por su estética aparentemente infantil, ya que Yoshi's Island es un juego con una curva de dificultad muy marcada y que nos propone más desafíos a medida que avanzamos en sus niveles y vamos dominando nuestras habilidades. Con un control exquisito y muy preciso, algo imprescindible en un título de estas características, Yoshi's Island es capaz de enamorar a cualquier jugador a día de hoy con su precioso apartado artístico, que hace que sus entornos y personajes parezcan dibujados a mano, y las pegadizas melodías que componen su banda sonora. Todo un clásico que se mantiene fresco como el primer día.

15. Super Smash Bros. Melee (2001)

¿Qué podemos decir que no se haya dicho ya sobre una de las entregas más queridas de la popular saga de Masahiro Sakurai? A pesar de que Super Smash Bros. Ultimate se trata del título más completo de la franquicia, los jugadores le guardan un especial cariño a Super Smash Bros. Melee. Y no es para menos, ya que el fighting game lanzado originalmente para Nintendo GameCube sigue siendo tremendamente divertido de jugar con amigos y cuenta con uno de los controles más cómodos de la serie gracias al mando de la consola. Además, a pesar de que su plantel de personajes no es tan extenso como las entregas posteriores, es suficiente como para disfrutar a lo grande de sus modos de juego.

16. Tetris (1984)

Hasta la persona más ajena al mundo de los videojuegos ha jugado alguna vez, aunque sea por curiosidad, a Tetris. El mítico videojuego de ingenio ha sido reeditado en cientas de ocasiones para todo tipo de dispositivos y con algunos añadidos curiosos de lo más llamativos, aunque la base es siempre la misma y nuestro objetivo final siempre es el de hacer líneas de colores con las piezas que van cayendo incesantemente de la parte superior de la pantalla. Poco más que añadir al que es uno de los títulos más sencillos y a la vez adictivos que nos podemos echar a la cara y que además es una de esas alternativas infalibles para matar el tiempo en trayectos cortos o viajes.

17. The Legend of Zelda: A Link to the Past (1991)

The Legend of Zelda: A Link to the Past es uno de los mejores videojuegos de Super Nintendo por ser, simple y llanamente, un título de aventuras adelantado a su tiempo y todo un referente en lo que respecta al buen gusto a la hora de diseñar mazmorras. Además, esta aventura de Link cuenta con algunas de las melodías más reconocibles de la serie y una preciosa dirección artística a la que no se le puede sacar ninguna pega, algo a lo que le tenemos que añadir un desarrollo sorprendentemente variado que nos presenta retos de todo tipo, desde imponentes jefes finales, hasta intrincados puzles que hacen que nos tengamos que estrujar los sesos a la hora de resolverlos. Si no hemos incluido a The Legend of Zelda: Ocarina of Time es porque creemos que algunas de sus mecánicas no han envejecido del todo bien, aunque es justo decir que sigue siendo uno de los mejores videojuegos de la historia y que su remake lanzado para 3DS pulió algunas asperezas.

18. The Secret of Monkey Island (1990)

The Secret of Monkey Island es uno de los mayores exponentes en cuanto a las aventuras gráficas y sigue manteniéndose tan encantador como el primer día. En esta aventura protagonizada por Guybrush Threepwood, un joven deseoso de vivir su propia historia pirata, nos topamos con un número incontable de personajes carismáticos que nos regalan momentos cuanto menos surrealistas y diálogos que están escritos con mucho ingenio. Y es que, como una de las mejores aventuras gráficas que se han hecho jamás, The Secret of Monkey Island nos invita a explorar un universo en el que las conversaciones que tengamos con todos los personajes que lo pueblan influyen enormemente en el transcurso de los acontecimientos. Toda una joya imperdible de su género especialmente recomendada para los amantes de las buenas aventuras en alta mar y de las narrativas elaboradas.

19. Thunder Force IV (1992)

En el campo de los shoot'em up, Thunder Force IV se coloca como uno de los títulos más divertidos y a la vez desafiantes que podemos encontrarnos en el catálogo de Sega Mega Drive. Thunder Force IV pone a prueba como ningún otro título del mismo género nuestros reflejos y nuestras habilidades a los mandos, todo ello con una curva de dificultad muy bien medida que asciende a medida que avanzamos en los niveles. Además de por su bello apartado técnico a pesar de las limitaciones técnicas de la consola de 16 bits, Thunder Force IV sigue manteniendo el tipo gracias a una jugabilidad fluidísima y adictiva. No os dejéis engañar por su sencilla propuesta consistente en gran medida en esquivar y disparar a naves, ya que como os hemos comentado la dificultad aumenta considerablemente y conseguir las mayores puntuaciones es de todo menos un paseo.

20. Wario Land 4 (2001)

Llegamos al que es, por méritos propios, uno de los plataformas más destacables de todo el catálogo de Game Boy Advance. Wario Land 4 nos ofreció todo lo bueno de las anteriores entregas elevado a la enésima potencia con una jugabilidad mucho más agresiva y frenética de lo que nos tienen acostumbrados los juegos de Mario. Y es que, además de ser un plataformas en dos dimensiones con un excelente diseño de niveles gracias a su verticalidad y multitud de áreas secretas por descubrir, Wario Land 4 nos ofrece un combate con diferentes opciones que van desde embestir y saltar sobre los enemigos, hasta coger objetos y lanzarlos mientras el archienemigo del fontanero de Nintendo pone su cara de mala leche característica. Por su impecable dirección artística, por su cómodo y preciso control, por la variedad de sus niveles y por lo adictivo que resulta, Wario Land 4 es un plataformas que ha aguantado de manera envidiable el paso del tiempo.