A pesar de que todavía es pronto para que suenen las alarmas, en los últimos días han ido surgiendo dudas razonables entre la comunidad científica entorno al posible impacto o no del asteroide 2024 YR4 contra la Tierra, puesto que según datos de la NASA su probabilidad de choque en el año 2032 ha llegado a subir del 2,6 % al 3,1 % en las últimas semanas tras numerosas observaciones.
¿Qué pasaría si finalmente ocurriese un escenario como ese? Es lógico hacerse preguntas como dónde podría impactar el asteroide. Hipotéticamente hablando, ¿provocaría una gran crisis catastrófica? ¿Cuáles serían los daños potenciales del mismo? Ya hay teorías al respecto y vamos a repasar a continuación lo que se baraja entre los expertos.
¿Cuáles serían los posibles efectos y zonas de impacto si el asteroide 2024 YR4 chocase contra la Tierra?
Si bien las posibilidades de que el asteroide 2024 YR4 impacte contra la Tierra el 22 de diciembre de 2032 actualmente son bastante inciertas, si finalmente lo hiciese, se calcula que más que un impacto directo contra una zona específica del planeta es más probable que ocurriese una explosión aérea debido al efecto de la atmósfera terrestre.
Con todo, según el portal Wired, el asteroide -que mide entre 40 y 90 metros de diámetro- entraría en el planeta a una vertiginosa velocidad de 17 kilómetros por segundo (unos 61.200 kilómetros por hora), por lo que la explosión sería similar a unos ocho millones de toneladas de TNT siendo detonados al mismo tiempo. O por entenderlo de otra manera: la potencia de esta explosión sería unas 500 veces mayor que la de la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima.

De acuerdo con datos de IAWN, el denominado "corredor de riesgo" (es decir, la franja de la superficie terrestre que atravesaría el asteroide en la hora de su impacto) sucedería a través de las zonas del Océano Pacífico oriental, el norte de Sudamérica, el Océano Atlántico, África, el Mar Arábigo y el sur de Asia.
"Probablemente el paralelo más cercano que tenemos en la historia registrada sería el evento de Tunguska, ocurrido en 1908", comentó en una entrevista recogida por Forbes el Dr. Richard J. Wilman, del Departamento de Física de la Universidad de Durham, acerca del posible impacto de este asteroide en 2032. "Un objeto de unos 100 metros de diámetro entró en la atmósfera de la Tierra y explotó como una explosión en el aire, destruyendo 2.000 kilómetros cuadrados de bosque siberiano".
En estos momentos se presupone que el asteroide 2024 YR4 es rocoso, y este tipo de asteroides tienden a explotar en el aire. Sin embargo, podría estar hecho de materiales más duros, lo que significaría que tal vez sí llegase a impactar causando un cráter. "Depende del tipo de asteroide, pero como regla general, el tamaño de un cráter es aproximadamente 20 veces el tamaño del cuerpo que impacta. Por lo tanto, si tuviera un asteroide de 100 metros de diámetro, eso le daría un diámetro de cráter de dos kilómetros", explicó J. Wilman.
En caso de sucederse un impacto directo, si el asteroide cayese sobre un desierto, por ejemplo, no habría grandes efectos catastróficos. Lo mismo ocurriría si explotase sobre el océano. Pero también cabe tener en cuenta los peores escenarios posibles, donde ciudades arrasadas con miles de muertos o incluso tsunamis de grandes dimensiones podrían convertirse en un hecho difícil de subsanar.
De todas formas, lo explicado hasta ahora son solo elucubraciones y no hay que olvidar que los expertos manejan una gama muy amplia de posibles escenarios. Lo más probable, a día de hoy, es que el asteroide no llegue a impactar. La comunidad de defensa planetaria, en cualquier caso, tiene la tarea por delante en los próximos años de vigilar muy atentamente los movimientos del asteroide. No será hasta finales de 2028 que volverá a acercarse a la Tierra, fecha en la que los astrónomos podrán seguir estudiándolo para obtener más datos relevantes.