Netflix está buscando la manera de reinventarse constantemente. Y se ha dado cuenta que en los cotilleos, el true crime y la realeza se encuentra un buen nicho lleno de tramas, ideas e historias que aprovechar a nivel creativo.
En 2020, el príncipe Harry y Meghan Markle decidieron dar un paso que cambió el rumbo de la monarquía británica: renunciaron oficialmente a sus obligaciones como miembros activos de la Familia Real. Una ruptura institucional y mediática que dejó atrás no solo el boato de Buckingham, sino también el respaldo económico vitalicio que conlleva formar parte de “La Firma”.
La pareja, casada desde 2018, hizo las maletas rumbo a California con la promesa de encontrar una vida más privada aunque paradójicamente no dejaron de estar en el centro del foco. Los rumores de divorcio han llegado al portal, que quiere aprovecharlos para crear contenido aprovechando un acuerdo que firmaron ambos con la plataforma de streaming.
Netflix quiere contar los secretos detrás de este divorcio real europeo
Desde entonces, los duques de Sussex se han convertido en protagonistas de su propio relato mediático, con contratos multimillonarios, entrevistas bomba y un documental en Netflix que levantó ampollas en el Reino Unido. Pero es ahora, con la sombra de un posible divorcio sobrevolando su relación, cuando el interés por la pareja alcanza nuevas cotas. La plataforma de streaming firmó con ellos un acuerdo valorado en 100 millones de dólares, y el primer resultado fue Con amor, Meghan, un programa centrado en la figura de la ex actriz y su vida en América.

Aunque el proyecto se concibió como un escaparate personal, lo cierto es que los rumores sobre tensiones entre ambos —incluyendo la escasa implicación de Harry en la producción y disputas internas— no han hecho más que alimentar especulaciones. Según fuentes citadas por la periodista Marina Hyde y el escritor Richard Osman, este contrato con Netflix podría incluso actuar como un salvavidas económico para ambos en caso de que el divorcio llegue a materializarse.
La situación se intensificó cuando Radar Online aseguró que el entorno de Meghan ya habría iniciado conversaciones confidenciales con una editorial para publicar unas hipotéticas memorias centradas en su vida tras la separación. Una jugada que recuerda, inevitablemente, al fenómeno editorial que supuso Spare, la autobiografía de Harry.
Mientras tanto, Con amor, Meghan no ha logrado conquistar ni a la crítica ni al público. Ha sido un fracaso enorme. La acogida ha sido tibia, por no decir directamente fría, y su audiencia se ha desplomado desde su estreno. Aun así, Meghan Markle sigue siendo un rostro conocido para millones de espectadores gracias a su papel en Suits, uno de los dramas legales más exitosos de la última década, donde dio vida a la carismática Rachel Zane, compañera del imperturbable Harvey Specter.
Ahora, con Netflix observando de cerca cada movimiento y con el tablero sentimental de los Sussex en continua transformación, todo apunta a que la próxima temporada de este drama —real, mediático y empresarial— todavía está por escribirse.