Aunque no lo parezca, los pulpos son unos octópodos que poseen una inteligencia envidiable gracias a sus tentáculos. Siempre se ha sabido que estos seres gozaban de un entendimiento especial que los convertía en talentosos supervivientes y cazadores. No obstante, un grupo de investigadores ha indagado más en el ingenio de estos seres marinos determinando que su sistema nervioso, extendido por cada una de las extremidades del animal, es la llave para comprender por qué motivo se muestran tan inteligentes frente a otras criaturas del mar. Los tentáculos de estos invertebrados son más útiles de lo que creemos.
Los pulpos son más inteligentes de lo que creíamos y los expertos se alarman: un estudio desvela el secreto de sus tentáculos
El estudio en cuestión se ha centrado en el estudio de los diferentes cerebros que se pueden encontrar en cada una de las extremidades de los cefalópodos, y se ha determinado que cada una de estas partes puede operar de forma individual e independiente para, posteriormente, recabar dicha información en conjunto. Es decir, aquello que dicen que cuatro ojos ven más que dos, en este caso ocho cerebros piensan, ven y analizan más que uno. Cada uno de los tentáculos de los pulpos tiene en su haber sistema nervioso segmentado que permite dicha independencia. Los tentáculos son vitales para estos animales, puesto que son su medio para alimentarse, desplazarse y por supuesto sentir el entorno. Clifton Ragsdale, coautor del estudio, asegura que esta característica nació de la propia evolución llevando a estos animales a un nuevo nivel de inteligencia dentro de sus capacidades.

"Si vas a tener un sistema nervioso que vaya a controlar un movimiento tan dinámico, esa es una buena forma de organizarlo", explica el experto mediante un comunicado del cual se hacen eco desde Xataka. "Creemos que es una característica que evolucionó específicamente en los cefalópodos de cuerpo blando con ventosas para llevar a cabo estos movimientos propios de los gusanos". Para el estudio en cuestión se puso el foco en la especie Octopus bimaculatus, para así comprender y ver cómo se establecen las conexiones neuronales entre la información que recaban los tentáculos y el "cerebro central" de los pulpos. Digamos que cada extremidad tiene su pequeño cerebro y la información que recolecta se envía a la base de datos central para aumentar conocimiento de forma más rápida, puesto que se pueden analizar varios factores al mismo tiempo o realizar acciones simultáneas.
Cassady Olson, autora también del estudio, explica que estas conexiones neuronales se realizan mediante una cuerda axial nerviosa (ANC): "Desde la perspectiva de modelado, la mejor mejor manera de organizar un sistema de control para este braco tan largo y flexible sería dividirlo en segmentos", comenta. "Debe haber algún tipo de comunicación entre los segmentos, lo que puedes imaginar atenúa sus movimientos", añade. El descubrimiento es tremendo y los expertos están ya más metidos en el tema que nunca, por lo que recibiremos nuevos detalles próximamente.