China vuelve a mostrar su capacidad para desafiar límites y redefinir la ingeniería moderna con la inauguración de la central hidroeléctrica de Lianghekou, una obra que se yergue como uno de los logros energéticos más espectaculares del planeta.
Situada a 3000 metros sobre el nivel del mar, en Yajiang, dentro de la prefectura autónoma tibetana de Garzê, esta megaconstrucción no solo domina el paisaje montañoso del suroeste de Sichuan, sino que también redefine lo que entendemos por infraestructura hidroeléctrica.
Una megaconstrucción a 3000 metros, del tamaño de la Torre Eiffel, produce 11.000 millones de kWh y revoluciona la energía
La presa alcanza los 295 metros de altura, comparable a la icónica Torre Eiffel, y tiene una capacidad de generación de 11.000 millones de kilovatios por hora. Un proyecto que comenzó en 2014 y que ahora garantiza energía estable para amplias regiones de la zona, al tiempo que impulsa corredores económicos estratégicos como el del río Yangtsé.
Lianghekou se ubica en el cauce principal del río Yalong y ostenta el título de la central hidroeléctrica más alta de China. Su embalse ofrece un suministro constante de energía limpia durante todo el año, potenciando el desarrollo sostenible en territorios con un enorme potencial hídrico.
La instalación opera bajo estrictos estándares de monitoreo, combinando salas de control de última generación y sistemas automatizados que aseguran su funcionamiento incluso en condiciones extremas. Una muestra clara de cómo la tecnología y la ingeniería pueden transformarse en un motor de progreso regional y nacional.















