El desastre de Tron: Ares ya no tiene marcha atrás. La nueva entrega de la saga de ciencia ficción protagonizada por Jared Leto se ha convertido en un auténtico naufragio financiero para Disney. Según informa Deadline, el estudio perderá alrededor de 132,7 millones de dólares, una cifra que sitúa al filme entre los mayores fracasos comerciales de la historia reciente del cine.
Un colapso millonario: Tron: Ares es un fracaso para Disney y un agujero enorme para el estudio con más de 133 millones de pérdidas
El presupuesto de Tron: Ares era incluso más elevado de lo que se había comunicado oficialmente. Aunque se hablaba de 180 millones de dólares, la cifra real asciende a 220 millones, a los que se suman 102,5 millones en promoción y publicidad, elevando la inversión total hasta unos 347,5 millones de dólares.
En taquilla, la situación es crítica. Las previsiones más optimistas apuntan a que la película cerrará su recorrido con 160 millones de dólares, una cifra que ni siquiera cubre la mitad de lo invertido. Actualmente acumula apenas 103 millones y, aunque Disney obtendrá ingresos adicionales a través del mercado doméstico, digital y televisivo, las estimaciones totales apenas alcanzarían 214,8 millones, dejando un déficit devastador.
La operación resulta incomprensible incluso para los analistas de la industria, que ya en su momento se sorprendieron de que Disney diera luz verde a una tercera entrega de Tron tras años de indecisión. A la vista de los resultados, una cuarta película parece completamente descartada.
El fracaso también agrava la reputación comercial de Jared Leto. Su último éxito real en cines fue Escuadrón suicida (2016), aunque el foco de aquella cinta estaba en Will Smith. Desde entonces, sus proyectos como protagonista -Morbius incluido- se han convertido en sinónimo de tropiezo.
Aun así, Leto tiene una última oportunidad para revertir su mala racha: interpretará a Skeletor en la próxima película de Masters del Universo, dirigida por Travis Knight (Bumblebee). Si esta producción tampoco funciona, podría suponer el punto final a su carrera como cabeza de cartel en superproducciones.















