China ha revelado su ambicioso plan para liderar la supremacía aérea global con la presentación del prototipo Baidi B, conocido también como el "Emperador Blanco". Este innovador caza fue exhibido en el Zhuhai Air Show como parte del Proyecto Nantianmen, una iniciativa estratégica del Ministerio de Defensa Nacional de China para impulsar el desarrollo de tecnologías aeroespaciales avanzadas.
El Baidi B representa la visión china de un caza de sexta —e incluso séptima— generación, con la capacidad de operar tanto en la atmósfera terrestre como en los límites del espacio exterior. Destaca por su diseño vanguardista, que fusiona estética futurista con capacidades tácticas avanzadas. Con un fuselaje en forma de diamante y sin estabilizadores verticales, el avión maximiza su capacidad furtiva, similar al enfoque de los cazas estadounidenses F-22 y F-35. Además, incorpora amplias bahías internas para el transporte de armamento pesado sin comprometer su perfil de radar.
Puede operar en la estratosfera y cerca del espacio exterior
Aunque el concepto se inspira en los diseños occidentales de la sexta generación, como el Next Generation Air Dominance (NGAD) de EE.UU., adopta un enfoque más agresivo, buscando capacidades operativas tanto en combate aéreo convencional como en la guerra espacial. Uno de los aspectos más destacados del proyecto es su potencial para operar en la estratosfera y cerca del espacio exterior, para, por ejemplo, destruir satélites de orbita baja, donde las condiciones extremas representan un desafío técnico significativo. China aspira a dotar al Baidi B de motores avanzados capaces de funcionar tanto en la atmósfera como en entornos casi vacíos de aire, lo que permitiría misiones de intercepción de satélites y vigilancia espacial.
Sin embargo, este objetivo se enfrenta a enormes retos, especialmente considerando las dificultades previas de China en el desarrollo de motores avanzados, como ocurrió con el Chengdu J-20 Mighty Dragon. Mientras Estados Unidos avanza en el desarrollo del NGAD y Europa trabaja en su propio sistema FCAS, China busca posicionarse en la carrera armamentística del futuro, centrada no solo en la supremacía aérea, sino también en la dominación espacial.
🚨🇨🇳CHINA TESTS NEW "SPACE CAPABLE" FIGHTER JET
Forget drones over New Jersey; China is upping the stakes with the maiden flight of its latest jet, codenamed the Baidi or White Emperor.
The 6th generation jet is designed to be an "integrated space-air fighter" that can fly at… pic.twitter.com/fCD2DunxG6
— Mario Nawfal (@MarioNawfal) December 26, 2024
El Baidi B refleja esta doble ambición, integrando sistemas de inteligencia artificial para mejorar la interacción hombre-máquina y coordinar operaciones con drones autónomos, creando así un ecosistema de combate aéreo más sofisticado y resiliente. Si bien aún está lejos de convertirse en una aeronave operativa, su presentación marca un hito en la estrategia militar de China y evidencia su intención de rivalizar directamente con las potencias occidentales.