El transporte marítimo es fundamental para el comercio global, ya que más del 80% de las mercancías que se comercializan en el mundo se mueven por vía marítima, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. Existen puntos clave en las rutas comerciales, como el Canal de Suez, el Canal de Panamá y el Estrecho de Ormuz, que son esenciales para facilitar el tránsito de bienes a nivel internacional.
China impulsa un cambio sin precedentes en el comercio global con la inauguración de la Ruta de la Seda Polar: "Un momento histórico para la economía mundial"
En los últimos años, China ha buscado nuevas vías para enviar sus productos a Europa, apostando por el Ártico como alternativa a estas rutas tradicionales. Esta iniciativa, conocida como la Ruta de la Seda Polar, es un ambicioso proyecto para establecer nuevas conexiones marítimas que permitan reducir significativamente los tiempos de envío.
Este plan comenzó a tomar forma en 2018 y se concretó el 24 de septiembre de 2025, cuando el buque portacontenedores Istanbul Bridge zarpó desde el puerto chino Ningbo-Zhoushan rumbo a Felixtowe, en Inglaterra. La travesía por el Paso del Noreste del Ártico permite que el viaje dure apenas 18 días, mucho menos que el tiempo que toma la ruta por el Canal de Suez.
El buque, que tiene una eslora de 294 metros y una manga de 32, no solo hará escala en Inglaterra, sino también en otros puertos europeos importantes como Rotterdam, en los Países Bajos, y Hamburgo, en Alemania. Esta ruta es posible gracias al deshielo provocado por el cambio climático, que ha abierto nuevas oportunidades para el transporte marítimo en el Ártico, permitiendo explorar vías que antes eran inaccesibles. Así, la Ruta de la Seda Polar no solo supone un avance comercial, sino que también está estrechamente ligada a los cambios en el clima global.















