La era del smartphone tiene los días contados, o al menos eso es lo que cree Mark Zuckerberg. El fundador y CEO de Meta, compañía matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, ha vuelto a agitar el debate sobre el futuro de la tecnología personal tras sacudir el mercado de la inteligencia artificial. Zuckerberg ha asegurado desde hace meses que las gafas de realidad aumentada están llamadas a sustituir a los teléfonos móviles tal y como los conocemos. Pero nadie lo ve claro.
Mark Zuckerberg sentencia el futuro del móvil: Meta asegura que este dispositivo sustituirá a los smartphones muy pronto
No es la primera vez que el magnate tecnológico anticipa un cambio de paradigma. Meta lleva años apostando por el metaverso, la inteligencia artificial con fichajes históricos y la realidad mixta como ejes del futuro digital. Pero desde el lanzamiento de las Meta Quest 3S, así como desde la comercialización del último modelo de RayBan, el mensaje de Zuckerberg fue claro: "Los teléfonos son pequeños, nos distraen y nos aíslan. Las gafas permitirán experiencias más naturales, fluidas y conectadas con el entorno".
Para Zuckerberg, la transición no es cuestión de décadas, sino de años. Afirmó que en menos de una década, buena parte de la población prescindirá del móvil como dispositivo principal. ¿La razón? Estas gafas inteligentes permitirán proyectar pantallas flotantes, atender llamadas, leer mensajes y hasta jugar videojuegos en cualquier lugar, como si el mundo físico se convirtiera en una interfaz.
La afirmación de que los smartphones “han dejado de evolucionar” puede parecer provocadora, pero no carece de base: mientras que el diseño de los móviles ha llegado a una meseta, tecnologías como la realidad aumentada y la inteligencia artificial están en plena expansión. Meta, consciente de ello, no solo apuesta por hardware innovador, sino también por software que acompañe esa transición. No obstante, Zuckerberg criticó la falta de interés de los iPhone más recientes, y cómo la industria se ha estancado.
El discurso de Zuckerberg se produce en un momento especialmente delicado para Meta. Tras haber reemplazado miles de empleados con sistemas de IA y enfrentarse a críticas por su modelo de negocio, el gigante tecnológico necesita volver a liderar el rumbo de la innovación. Y sí, Sam Altman está viendo cómo su rival le roba talento y lo usa para liderar un mercado, el de la IA, muy volátil. Con esta visión futurista, Zuckerberg busca recuperar el entusiasmo que una vez provocaron sus plataformas sociales y posicionarse como el pionero de la próxima gran revolución digital.
El reto, por supuesto, será convencer al público de que unas gafas pueden, efectivamente, sustituir a un aparato tan omnipresente como el móvil. Pero si alguien tiene los recursos —y la ambición— para intentarlo, es él.















