Spider-Man 2 se estrenó en 2004, hace 16 años en los cines de todo el mundo. La secuela del éxito de 2002 dirigido por Sam Raimi, consiguió llevar al personaje de Marvel a nuevas cuotas de popularidad y logró asentar una saga que contaría con una tercera parte que cerraría la trilogía en 2007. Ahora, tras la apertura de los guiones originales de David Koepp sabemos que el escritor estuvo trabajando en una segunda parte llamada Amazing Spider-Man, con Tobey Maguire y el reparto original, aunque con sustanciales diferencias en los personajes y el argumento.
Eddie Brock y Gwen Stacy tendrían papeles más destacados
La idea de Koepp era clara: ampliar el universo de la primera parte añadiendo personajes clásicos de la mitología de Spider-Man y el día a día de Peter Parker. Manteniendo el estilo de Raimi, el guionista incorporaba nuevos enemigos, afianzaba las relaciones de Parker con el Dr. Connors y Harry Osborn y ampliaba horizontes al presentar a Gwen Stacy como nuevo interés amoroso tras romper con Mary Jane. La incorporación de Stacy, si seguís los cómics originales y comprendéis el rol de la novia de Parker, es vital para la evolución del arácnido y su identidad superheróica. Gwen Stacy solo aparecería muy brevemente en Spider-Man 3 siendo encarnada por Bryce Dallas Howard, un aspecto que tampoco convenció demasiado a los fans, pues su rol era meramente anecdótico.
En The Amazing Spider-Man, secuela desechada, el padre de Gwen Stacy, jefe de policía, era asesinado a manos del Doctor Octopus en una emboscada que acababa con un espectacular derrumbe de un edificio. Spider-Man acudía a la zona para ayudar a los inocentes y civiles a salir del edificio, pero cuando el trepamuros lo saca de los escombros, el público tiene la impresión equivocada del incidente y era calificado como un "asesino de policías", algo que, por supuesto, imprime J. Jonah Jameson en la portada del Daily Bugle. The Amazing Spider-Man de 2012, recogería muchas de estas ideas, con Emma Stone dándole vida a Stacy. Pero hay más. David Koepp creía que había que ir plantando semillas de cara a la tercera película, aumentando la presencia de los villanos del personaje en la pantalla pero sin llegar a agobiar o producir agotamiento. "Quería que todo adquiriese un tono ominoso, al estilo El imperio contraataca", remarcaba el guionista.
De esta manera Eddie Brock surgía como un periodista que acosaba a Peter Parker hasta el punto de conocerlo todo sobre él y por azares del destino, ambos cruzaban sus vidas convirtiéndose en rivales de por vida al saber que era el mismísimo Spider-Man, el héroe de Nueva York por el que había perdido el trabajo. La segunda película no tendría a Venom, ni mucho menos, pero iba a ayudar a darle forma. Curiosamente, Koepp pensaba que todo tenía que surgir alrededor del Doctor Octopus, el Duende Verde de Harry y la muerte de Stacy, forjando un complejo triángulo de amenazas y pérdidas en las que Parker se vería envuelto. En cualquier caso, Spider-Man 2 sigue considerándose una de las mejores películas de superhéroes de la historia y una de las mejores adaptaciones de un personaje de Marvel jamás vista en pantalla.
