Disney ha comenzado a recuperarse poco a poco del impacto del coronavirus en China, país que dio origen a la enfermedad que ha causado más de 100.000 infectados y 3000 fallecidos. Tras llamar a la calma en términos de taquilla luego de la que la película de James Bond posponiera su estreno a noviembre por temor al virus, la empresa del ratón ha arrancando a abrir zonas y partes de su resort o parque temático en Shanghai. Shanghai Disney Resort abre así parcialmente algunas de sus tiendas y establecimientos, no así el parque temático en su mayoría, pues el gobierno chino sigue con las restricciones severas al respecto.
El parque temático sigue cerrado, pero sus establecimientos comienzan a abrir
El complejo de recreo, que lleva cerrado desde el pasado 25 de enero por orden gubernamental, forma parte de la enorme estructura que tiene Disney en China y que se está viendo gravemente afectada por el avance y la difícil contención de la epidemia que está asolando el mundo entero y destrozando a la industria del ocio a nivel mundial, con pérdidas de más de 2000 millones de euros en taquilla en lo referente a Hollywood.
Junto al parque de Shanghai, Hong Kong Disneyland, al otro lado de la frontera sur de China, también cerró sus puertas casi al mismo tiempo. The Hollywood Reporter confirma que Tokyo Disneyland y Tokyo Disney Sea, localizadas en Japón, echaron el cierre por motivos sanitarios a finales de febrero. El cierre de estos parques temáticos habría supuesto un agujero en las ganancias de más de 280 millones de dólares a la empresa.
Los locales abiertos son restaurantes y tiendas de regalos oficiales que están localizadas en partes exteriores del complejo, y que pueden ser controladas con facilidad por los responsables del parque y las autoridades de China. Disney, que se está tomando en serio el avance de la enfermedad, ha confirmado que los huéspedes del hotel deberán someterse a controles de salud. "Los huéspedes que ingresen al Shanghai Disney Resort deberán someterse a procedimientos de control de temperatura a su llegada, deberán presentar su código QR de salud al ingresar a los restaurantes y deberán usar una máscara durante toda su visita", explicaban desde la compañía del ratón. De hecho, el gobierno chino ha distribuido una app para el teléfono móvil en la que se controla la región de procedencia del usuario, la estancia o la temperatura, siendo vital para coger el transporte público o moverse por las zonas más afectadas por el virus.
"A los invitados también se les recordará que mantengan distancias sociales respetuosas y cordiales en todo momento mientras estén en tiendas, colas y restaurantes", matizaban. No son las únicas medidas. En algunos cines de China se están vendiendo filas alternativas para mantener distancia entre personas, suministrando mascarilla y gel desinfectante en las colas para intentar contener un virus que ha destrozado al país económicamente y que ha supuesto la mayor crisis sanitaria global de lo que llevamos de siglo.