El legendario Arnold Schwarzenegger es de manera indiscutible una de las grandes figuras del cine de acción. Desde adaptaciones de Stephen King que buscan un remake hasta matarse a entrenar para ser un bárbaro y un asesino temporal; el austríaco es parte de la historia del celuloide. Y aunque su presencia suele ser una garantía decente de éxito, también tuvo algún traspié que, sin embargo, sí que queremos recordar y recomendar como una de esas películas de acción que no necesitan complicaciones para ser entretenidas: El último gran héroe.
El último gran héroe: el primer fracaso indiscutible de Schwarzenegger, pero una memorable cinta de acción clásica
A todos los efectos, esta película de 1993 y que podéis ver en Amazon Prime Video fue un fracaso comercial y de crítica. Lo normal, teniendo en cuenta que en esencia Arnold interpreta a McBane de Los Simpsons.
La trama gira en torno a Danny (Austin O'Brian, que tras la cinta pasaría a hacer sobre todo películas de estreno directo en televisión), un joven que tras la muerte de su padre se refugia en el cine de acción. En concreto, es fan de las películas de Jack Slater (Schwarzenegger, que se interpreta a sí mismo interpretando a un personaje al que interpreta... bueno, ya lo vais entendiendo).
Slater es un héroe de acción estereotípico hasta la náusea, es el prototipo del héroe de acción que hace cosas de mucho macho para disfrutar como machos. Macho machote, tanto que volverá en la próxima película de Predator.
Por cosas de la trama, Danny consigue una entrada mágica que saca a Slater de la pantalla... pero también saca al villano interpretado por Charles Dance (Tywin Lannister en Juego de Tronos).
Lo que sigue es algo que a ojos vista sería una deconstrucción del cine de acción de los 80 y los 90. De estrenarse unos años más tarde posiblemente se habría podido entender como una gran sátira sobre la propia carrera del actor principal, que casi siempre ha interpretado a personajes normativamente masculinos y viriles. Personajes que no encajarían demasiado en el mundo normal.
Es bastante posible que la película no guste a aquellos que son capaces de ver los defectos a cualquier producto audiovisual y no vamos a criticarlo. Cada cual tiene sus gustos. Pero El último Gran Héroe es muy fácil de disfrutar y mientras esperamos la segunda temporada de FUBAR, es una buena forma de recordar uno de esos papeles que saltan entre la acción, el humor y la autocrítica. Arnold ha evolucionado mucho como actor y parece ser que también como persona con valores, pero siempre será los mil rostros de la acción.