El metano, un potente gas de efecto invernadero, es responsable del 25% del aumento del calentamiento global y ha mostrado un preocupante aumento en su concentración atmosférica en las últimas décadas. A diferencia del dióxido de carbono, el metano proviene en gran parte de fuentes biológicas, específicamente de las flatulencias y eructos de vacas, ovejas y otros rumiantes. Se estima que las emisiones de metano aumentarán un 40% para 2050, lo que pone en riesgo los objetivos del Acuerdo de París, que buscan limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados Celsius. Este desafío ha captado la atención de científicos y gobiernos por igual, en busca de soluciones efectivas. También la de Jeff Bezos, fundador y dueño de Amazon.
Medidas y desafíos internacionales
Una de las estrategias adoptadas a nivel internacional incluye medidas como el impuesto a los ganaderos en Dinamarca, diseñado para reducir las emisiones de metano mediante la reforestación y la compra de tierras para mitigar el impacto ambiental. No obstante, hasta la fecha, no se han desarrollado soluciones a gran escala para reducir estas emisiones de manera efectiva. La complejidad del microbioma de los rumiantes y la falta de comprensión sobre cómo su sistema inmunológico controla estas poblaciones microbianas han sido obstáculos significativos en el desarrollo de tecnologías de mitigación.
Innovación en la reducción de metano
En este contexto, investigadores del CSIC en España, en colaboración con la Royal Veterinary College (RVC) del Reino Unido, están trabajando en una innovadora vacuna que podría inhibir la actividad de los microorganismos metanogénicos en el intestino de los rumiantes. Esta vacuna, aún en fase de prototipo, representa una posible solución a gran escala que podría aplicarse en diversos territorios y sistemas ganaderos. Financiada en parte por la Bezos Earth Fund con una donación de 1,2 millones de euros, esta investigación busca reducir las emisiones de metano entre un 30% y 50% sin comprometer la salud o digestión de los animales.
Jeff Bezos y su vacuna antigases
La investigación es parte de un esfuerzo global en el que Jeff Bezos ha donado un total de 12 millones de euros a diversas instituciones internacionales para avanzar en la lucha contra las emisiones de metano. Además de la investigación en España y Reino Unido, los fondos también se destinan a instituciones en Nueva Zelanda y otros países. El desarrollo de esta vacuna es considerado una solución potencialmente viable y más accesible en comparación con los aditivos nutricionales actuales, que aunque efectivos, son costosos y no prácticos para todos los sistemas ganaderos, especialmente aquellos en grandes extensiones de pastoreo.
A pesar del optimismo, los investigadores advierten que la vacuna no estará disponible de inmediato. Se espera que esté lista en aproximadamente una década, y su aplicación podría ser necesaria solo una o dos veces en la vida de cada rumiante. Esto representaría una ventaja significativa, ya que las soluciones actuales requieren una administración constante. Los científicos creen que, de tener éxito, esta vacuna podría ser implementada globalmente, ofreciendo una solución accesible incluso para los países con menos recursos.
