La adaptación libre de Arnold Schwarzenegger de un clásico de Agatha Christie estaba destinada a reinventar su imagen en la pantalla, pero en lugar de eso, marcó el final de una era. Durante la década de los 80, Schwarzenegger se convirtió en una de las mayores estrellas de cine del mundo, con una racha ganadora que incluía éxitos como Terminator, Predator y Los gemelos golpean dos veces. Sin embargo, con el tiempo, el público comenzó a cansarse de sus películas de acción, y los efectos de los blockbusters como Independence Day empezaron a ganar protagonismo. Siempre dispuesto a reinventarse, el actor se inclinó hacia la política y en 2003 fue juramentado como Gobernador de California.
A pesar de su incursión en la política, Schwarzenegger continuó actuando y recientemente regresó para una segunda temporada de la comedia de espías de Netflix, FUBAR. Sin embargo, ha estado mayormente ausente de la gran pantalla desde que la secuela Terminator: Destino oscuro tuvo un rendimiento inferior. Aunque tiene varios proyectos en desarrollo como Breakout y la largamente retrasada Kung Fury 2, parece que el icónico actor está tomando la vida con más calma en sus últimos años. En este inpass, en 2014, trató de volver al cine por todo lo alto adaptando un clásico de la novelista Agatha Christie, pero casi acaba con su carrera.
'Sabotage' hundió su carrera
Sabotage de 2014, dirigida por David Ayer, es una adaptación libre de Diez negritos (And Then There Were None) de Agatha Christie. La película sigue a un equipo de agentes corruptos de la DEA, liderados por el rudo Breacher de Schwarzenegger, quienes roban millones de un cartel y son eliminados uno por uno.
Originalmente concebida como un thriller de combustión lenta, la película fue modificada para ser un típico filme de acción tras las reacciones negativas de las audiencias de prueba a su final original, donde Breacher mataba a Olivia Williams y escapaba. Esta versión original, más alineada con el misterio y la suspense de Christie, fue truncada para hacerla más convencional y accesible.
Ayer pretendía reinventar la imagen de Schwarzenegger con este filme, presentando un personaje más roto y amargado, alejado de los héroes musculosos y llenos de frases ingeniosas que habían definido su carrera. El actor interpretó a Breacher, un líder de equipo disfuncional cuya única familia restante es su grupo de agentes corruptos. Esta decisión de abandonar las líneas cómicas y la grandilocuencia en favor de un enfoque más oscuro y realista fue un intento deliberado de Ayer para transformar a Schwarzenegger en un actor más versátil. A pesar de las intenciones, la película no logró conectar con el público, ni crítica ni comercialmente.
Su tercer fracaso consecutivo en la taquilla
El regreso de Schwarzenegger al cine tras su mandato como gobernador generó gran expectativa, pero sus primeras películas no lograron el éxito esperado. El último desafío y Plan de escape fueron fracasos de taquilla en Estados Unidos, aunque esta última tuvo mejor desempeño a nivel internacional. Sabotage fue su tercer fracaso consecutivo en la taquilla, con solo un 21% de aceptación en Rotten Tomatoes y sin poder recuperar su presupuesto de 35 millones de dólares. Estos fracasos confirmaron que los días en los que Schwarzenegger podía atraer al público solo con su nombre habían terminado.
