La nave espacial Starliner de Boeing, diseñada para competir con la Crew Dragon de SpaceX en la prestación de servicios de transporte espacial para la NASA, ha logrado finalmente despegar después de dos aplazamientos. El lanzamiento se realizó a las 16:52 horas de España desde Cabo Cañaveral, Florida, con el cohete Atlas V de United Launch Alliance. Los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams, ambos veteranos de la ISS, son los encargados de esta misión que busca probar la capacidad de la Starliner para realizar viajes tripulados regulares a la Estación Espacial Internacional.
Una misión retrasada múltiples veces
El camino hasta el lanzamiento no ha sido fácil. La misión enfrentó varios contratiempos técnicos que obligaron a aplazamientos. Primero, un fallo en la válvula de regulación de la presión de oxígeno del lanzador retrasó el vuelo el 6 de mayo. Luego, una fuga de helio en el módulo de servicio de la Starliner y problemas en el suministro de energía para las tarjetas informáticas del lanzador provocaron nuevos retrasos. A pesar de estos desafíos, la ULA y Boeing realizaron las reparaciones necesarias, y la NASA validó que todos los sistemas funcionaban correctamente antes de proceder con el lanzamiento.
Diseñada para ser reutilizada hasta 10 veces
La misión de la Starliner es crucial para el programa de la NASA que busca colaborar con empresas privadas para desarrollar servicios permanentes de transporte espacial. Esta cápsula, diseñada para ser reutilizada hasta 10 veces y con capacidad para llevar hasta siete personas, tiene la tarea de demostrar su fiabilidad y seguridad en el espacio. Durante su semana en la ISS, los astronautas realizarán pruebas exhaustivas de los sistemas de soporte vital, control de la nave y otros elementos críticos antes de regresar a la Tierra.
Los vuelos tripulados al espacio representan un desafío considerable. Wilmore y Williams han recibido un entrenamiento exhaustivo y están preparados para enfrentar cualquier eventualidad. Durante el vuelo, se realizarán pruebas tanto del control manual como automático de la Starliner, y se verificará la funcionalidad de los trajes espaciales dentro de la cápsula. La nave, equipada con un sistema de paracaídas mejorado, aterrizará en el suroeste de Estados Unidos al finalizar la misión.
Una década de desarrollo
El desarrollo de la Starliner ha sido un esfuerzo de una década, con un coste de 4.500 millones de dólares. A pesar de los retrasos y problemas técnicos, Boeing ha logrado lanzar dos misiones no tripuladas con éxito, lo que ha permitido avanzar hacia esta primera misión tripulada. El éxito de esta misión es un paso importante para la certificación de la Starliner como un medio de transporte regular para astronautas y carga a la ISS, diversificando las opciones de la NASA y reduciendo su dependencia de una sola empresa proveedora.
Starliner to the stars! ✨
— NASA (@NASA) June 5, 2024
At 10:52am ET, @BoeingSpace #Starliner lifted off on a @ULALaunch Atlas V for the first time with @NASA_Astronauts aboard. This Crew Flight Test aims to certify the spacecraft for routine space travel to and from the @Space_Station. pic.twitter.com/WDQKOrE5B6
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