El año 2024 ha sido particularmente emocionante para los entusiastas de las civilizaciones antiguas. En Egipto, el descubrimiento de varios tesoros y restos momificados en una tumba excavada en roca ha capturado la atención mundial. Al otro lado del Atlántico, en México, los trabajos de construcción del Tren Maya han desenterrado millones de bienes materiales y palacios mayas, proporcionando una ventana única para comprender mejor esta civilización mesoamericana. Estos hallazgos son fundamentales para resolver los numerosos misterios que aún rodean a los mayas.
Un recorrido de más de 1.500 kilómetros
El proyecto del Tren Maya, promovido por el gobierno mexicano, busca convertirse en la nueva columna vertebral del transporte en el país, atravesando los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Con 15 estaciones y un recorrido total de 1.525 kilómetros, este tren operará como transporte de pasajeros durante el día y de mercancías por la noche. Durante las excavaciones para la nueva infraestructura, los arqueólogos han descubierto auténticos tesoros mayas, lo que subraya la importancia arqueológica del proyecto.
Trozos de cerámica y hasta una pirámide de 25 metros de alto
Entre los hallazgos más sorprendentes se encuentran una gargantilla prehispánica y una canoa cuyos fragmentos han sido enviados al Louvre para su estudio. También se han encontrado restos óseos de humanos y animales, acumulando más de 1,4 millones de fragmentos de cerámica y más de 50.000 bienes muebles e inmuebles, incluyendo una pirámide de 25 metros de alto en una acrópolis de 80 metros de largo. Estos descubrimientos son considerados el mayor tesoro arqueológico encontrado en México en las últimas décadas.
El director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, ha declarado que aprovechar las obras del Tren Maya para llevar a cabo investigaciones arqueológicas representa el "proyecto de investigación más importante en la región maya de México". Entre los artefactos encontrados, destaca una urna con la imagen del dios del maíz, un elemento central en la mitología maya, y otra vasija con ornamentación que simula las espinas de una ceiba, un árbol sagrado. Estos descubrimientos permiten a los investigadores establecer conexiones con el pasado y formular nuevas teorías sobre la estructura política y religiosa de la civilización maya.
Preocupaciones ambientales
Sin embargo, el proyecto del Tren Maya no ha estado exento de controversias. Además de las preocupaciones ambientales y las protestas por la deforestación, críticas han surgido en torno al impacto en el patrimonio arqueológico. The Washington Post publicó un artículo titulado "Destruyendo tesoros mayas para construir un tren turístico", destacando la contradicción entre el desarrollo del proyecto y la preservación de los tesoros arqueológicos. A pesar de las defensas del INAH sobre la protección del patrimonio, algunos antropólogos han criticado las prácticas actuales. Aun así, el INAH mantiene su compromiso de preservar y exhibir estos tesoros en museos, asegurando su conservación para futuras generaciones.
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