La pronunciada caída en la tasa de natalidad en Japón ha provocado cambios significativos en las industrias que tradicionalmente se centraban en productos para bebés. En este contexto, Oji Holdings, un destacado fabricante japonés de productos de papel, anunció que dejará de producir pañales para bebés en septiembre debido a una demanda en declive, reflejando un descenso de las ventas de 700 millones en 2001 a 400 millones hoy en día. Esta disminución está estrechamente ligada al envejecimiento de la población japonesa, que ha llevado a la empresa a aumentar la producción de pañales para adultos, anticipando una mayor necesidad en instalaciones como hogares de ancianos.
Cada vez menos bebés pero más ancianos
El cambio de Oji Holdings es un ejemplo de cómo las empresas están adaptando sus estrategias de negocio en respuesta a transformaciones demográficas profundas. Mientras que en Japón, la producción de pañales para bebés se reduce, la compañía busca expandir esta línea de productos en países con una demografía más joven, como Indonesia y Malasia, donde esperan un crecimiento continuo.
Mientras que en Japón, han decidido centrarse en los pañales solo para adultos, ya que la población más mayor también necesita de estos productos y es una demanda que no para de crecer.
En el contexto nacional, la situación es más sombría. Japón registró en 2023 el número más bajo de nacimientos desde el siglo XIX, y el balance demográfico del país muestra que los nacimientos son superados en más del doble por las defunciones. Este envejecimiento rápido de la población presenta desafíos significativos, no solo para las empresas que deben orientar sus productos hacia un segmento de edad diferente, sino también para las políticas gubernamentales que necesitan apoyar una población cada vez más anciana mientras intentan incentivar una tasa de natalidad en aumento.
El primer ministro Fumio Kishida ha descrito la baja tasa de natalidad como una "crisis existencial", prometiendo ayuda financiera a las familias, mejor acceso a guarderías y más permisos parentales como medidas para revertir esta tendencia. Sin embargo, con pocas excepciones, los esfuerzos del gobierno tanto a nivel nacional como local para alentar a las familias a tener más hijos han tenido poco impacto hasta ahora. Este problema se complica aún más con un mercado laboral que enfrenta escasez mientras la proporción de personas mayores continúa creciendo.