A estas alturas, resulta evidente que el imperio Disney no ha alcanzado su estatus legendario por simple suerte. Detrás del éxito de Disneyland y sus parques temáticos se encuentra una combinación magistral de ingeniería, diseño y psicología aplicada, elementos que también utiliza con maestría en sus producciones cinematográficas. Ahora, mientras estos resorts atraviesan una crisis de visitas gigante y se estudia al detalle su interior y sus instalaciones para hacerlos más rentables, se descubre uno de los trucos menos conocidos pero más efectivos para mantener la ilusión que emplea en sus parques es el uso de un color muy particular: el llamado Go Away Green.
Ni desfiles ni disfraces: Este es el secreto de Disney para ocultar lo mundano y mantener viva la magia de sus parques y se trata de un tono de verde
Este tono de verde, cuidadosamente desarrollado por los diseñadores e ingenieros de Disney, tiene una función muy específica: ocultar de la vista del visitante todos aquellos elementos que no forman parte de la narrativa mágica del parque.
Desde papeleras y farolas hasta cableado y puertas de acceso restringido, todo aquello que podría romper la ilusión es bañado en este color. De manera similar al camuflaje militar, el Go Away Green busca pasar desapercibido, integrándose de forma natural con el entorno y desviando la atención hacia los elementos que realmente importan.
El uso de colores como Go Away Green es solo una pieza de un rompecabezas mucho más amplio. Los parques Disney están diseñados para dirigir la atención del visitante de manera casi imperceptible. La vegetación, por ejemplo, juega un papel crucial, no solo como decoración, sino también como herramienta para guiar la vista hacia donde los diseñadores quieren. Cada árbol, arbusto y flor están colocados estratégicamente para complementar la experiencia. Además, y en contra de la creencia popular, la verdad es que Disney no se limita a un solo color para lograr este efecto.
En áreas donde el verde no resulta adecuado, como entornos más industriales o espacios abiertos, se emplean otros dos tonos: el No-See-Um Grey y el Blending Blue. El primero, un tono grisáceo, es ideal para camuflar estructuras técnicas, mientras que el segundo, un azul suave, ayuda a que los edificios altos se fusionen con el cielo, creando una transición visualmente agradable. El uso de estos colores no es exclusivo de un solo parque. Desde el Disneyland original en Anaheim, California, hasta el Tokyo Disneyland o Disneyland París, el enfoque es el mismo: mantener la magia intacta.