El telescopio especial Hubble ha ido ofreciendo a los físicos y astrónomos una serie de datos y observaciones que se han usado durante años para medir la expansión del universo. Pero estas cifras han generado discrepancias que los físicos no han logrado entender ni descifrar y se han achacado en algunos análisis a errores o fallos inexplicables. Ahora, con los datos obtenidos del James Webb, se descarta el error humano y se plantean serias dudas sobre lo que creemos saber del universo, su expansión y su propia formación. ¿Está la física cerca de cambiar por completo?
Los telescopios Hubble y James Webb vuelven a poner en duda a los físicos que estudian el Universo y su expansión
Como se ha publicado en ScienceAlert, hay algo bastante extraño en todo esto. A principios de siglo, Edwin Hubble demostró con datos que el universo se está expandiendo, una prueba clara a favor de la teoría del Big Bang y los orígenes de todo.
Pero lo cierto es que cada vez que los astrofísicos intentan medir esta expansión del universo, conocida como la constante de Hubble, no termina de encajar y se dan resultados muy dispares. Para entender este crecimiento se usan las cefeidas, unas estrellas variables cuyo brillo va cambiando de forma más o menos cuantificable y predecible por sus capas exteriores.
Gracias a esto, se establece una clara relación entre la luminosidad de las cefeidas y el periodo de sus pulsos radiales, una especie de testigo de la distancia. Con estas estrellas, las supernovas y otros indicadores recogidos por el telescopio Hubble, los astrónomos calcularon una cifra: el universo se expande a unos 73 kilómetros por segundo por megapársec. Pero no es el único resultado obtenido. Si se usan otras técnicas, como el análisis del fondo cósmico a través de microondas, se obtiene una tasa mucho más lenta, 67 km/s por megapársec. Los astrónomos han apodado a estas discrepancias como la "tensión de Hubble", y se creía que, aunque no se podía descartar un fallo en las cifras, todo podría deberse a lo que eran limitaciones de los instrumentos. Pero nada más lejos de la realidad.
El telescopio James Webb lo ha confirmado, y en su observación de supernovas y cefeidas, con una muestra aún mayor que las obtenidas por el telescopio Hubble, se han encontrado nuevas discrepancias pero unos resultados similares a los del anterior telescopio. Los científicos han tenido que descartar el error humano o el fallo en las cifras y eso arroja una clara idea: estamos entendiendo mal la expansión y la génesis del universo. Se descartan así los fallos en las mediciones de distancia por parte de las cafeidas registradas por el Hubble, ya que el margen de error del Webb es muchísimo menor y respalda los datos de su hermano de observación.
"Podríamos estar comprendiendo mal el universo", explica Adam Riess, físico que ha liderado esta investigación y que descarta por completo la posibilidad de un error de medición. Reiss va más allá y cree que, en unos años, podríamos estar reescribiendo las leyes de la física y su impacto en el universo.