La vida extraterrestre puede estar más cerca de lo que creemos. Mientras los astrónomos detectan planetas vagabundos en nuestro Sistema Solar y expertos de la Universidad de Harvard hablan sobre objetos de tecnologías superiores en nuestro planeta, científicos de la Universidad de Cardiff arrojan datos muy interesantes sobre Venus. Hace casi tres años, los científicos descubrieron un gas en la atmósfera de Venus que apunta a la posibilidad de que microbios alienígenas vivan de alguna forma en el planeta. Y ahora tenemos nuevos detalles.
Los primeros datos arrojan una posibilidad interesante: podría haber microorganismos en Venus
Tras varios años de trabajo y análisis, los investigadores piensan que, habiendo evaluado los datos a fondo -aunque aún quedan mucho trabajo por delante-, los microbios podrían ser más frecuentes en el universo de lo que se pensaba inicialmente. El gas detectado en Venus se llama fosfina y aquí en la Tierra, solo está producido por los microorganismos vivos.
Hablamos de un gas incoloro, muy inflamable, que explota a temperatura ambiente y que huele a ajo o a pescado podrido. Se produce de forma natural por acción de la degradación de materia orgánica, y es aquí dónde reside la clave de la investigación de la profesora Jane Greaves, que ha comandado a un equipo de expertos de la Universidad de Cardiff.
"Hemos hecho un progreso significativo desde que obtuvimos los datos iniciales en 2017", ha explicado Greaves en una conversación con IFLScience. "Hemos descubierto fosfina en cinco ocasiones distintas, lo que nos permite analizar su comportamiento. El objetivo ya no es únicamente encontrarla, sino comprender cómo cambia con el tiempo y qué implicaciones podría tener", relataba la experta vía ComicBook). Utilizando el Telescopio James Clark Maxwell de Hawái (JCMT), Greaves y su equipo lograron encontrar muestras de este gas en las partes bajas de la atmósfera de Venus, lo que sugiere que los organismos vivos podrían residir en un nivel igual o inferior a las nubes del planeta. Planeta que, hasta la fecha, por la composición de su atmósfera, sus altas temperaturas y la supuesta actividad volcánica en su superficie, se ha considerado hostil para la vida.
"Encontrarlo allí muestra que realmente hay una especie de origen en las nubes o debajo de las nubes", prosigue Greaves. "Y eso es realmente interesante porque las nubes son la parte más destacable de Venus... porque puede haber una posibilidad, una posibilidad remota, de que haya algún tipo de organismo vivo allí", concluía. Lógicamente, esto no quiere decir que existan organismos complejos, ni mucho menos, pero Greaves espera continuar investigando el escenario en estudios futuros y arrojar más información al respecto. "La fosfina parece estar variando como máximo, tal vez hasta el doble, o hasta la mitad. No es realmente variable, y creo que eso es importante en el contexto de las interpretaciones", concluyó Greaves. En otras palabras: si los niveles oscilan tanto, sí podríamos hablar de una posibilidad más que sólida de vida fuera de nuestro planeta.