En las últimas semanas, hemos asistido a un revival mediático en lo relacionado con los OVNI y los extraterrestres. Mientras algunos afirman que hay restos de naves ocultadas por los gobiernos de todo el mundo, otros expertos y periodistas creen que estos seres llevan milenios entre nosotros, operando entre las sombras. Desde hace décadas, el profesor de Harvard, Avi Loeb, ha estado buscando pruebas que demuestren la existencia de vida extraterrestre. El físico teórico afirma que puede haber encontrado piezas de tecnología alienígena durante su búsqueda.
Este profesor de Harvard afirma que tiene la prueba definitiva de la existencia de vida alienígena inteligente y está en la Tierra
Loeb, que en el pasado explicó que el asteroide Oumuamua no es otra cosa que una nave ligera extraterrestre, en parte por sus extrañas trayectorias en el cosmos, ha realizado una expedición a las aguas de Papua Nueva Guinea a principios de este verano, en la que habría descubierto unos gránulos metálicos que ingresaron en la atmósfera del planeta como un meteorito en 2014.
Estos gránulos, según Loeb, podrían ser parte de la tecnología alienígena utilizada para explorar otros planetas alrededor del universo, siguiendo una táctica no muy diferente de las vistas en las naves Voyager de la NASA. "Encontramos diez esférulas. Son esferas casi perfectas, como una especie de canicas metálicas. Cuando las miras a través de un microscopio, se ven muy distintas a lo habitual", explicaba Loeb en una entrevista con CBS News (vía ComicBook). "Tienen colores dorado, azul, marrón y algunos de estos trozos se asemejan a una miniatura de la Tierra", explican. "Son más fuertes y duras que todas las rocas espaciales encontradas por la NASA. Y calculamos su velocidad, y vienen de fuera del Sistema Solar", prosigue Loeb, que fue nominado para formar parte del Consejo de Asesores sobre Ciencia y Tecnología del Presidente en 2020 y fue presidente del Departamento de Astronomía de Harvard de 2011 a 2020.
"La velocidad que calculamos es de unos 60 km por segundo, que es más rápido que el 95% de todas las estrellas que cruzan por nuestro sistema. El hecho de que este objeto estuviera hecho de materiales más duros incluso que los meteoritos con gran cantidad, hierro, y que se moviera más rápido que el 95% de todas las estrellas en la vecindad del Sol, me sugiere que potencialmente podría ser una nave espacial de otra civilización, o algún aparato tecnológico", concluía. El área dónde se estrelló este asteroide es del tamaño de Boston, por lo que el científico espera regresar al área en un futuro para realizar un trabajo de investigación más profundo y detallado.
