Indiana Jones y el dial del destino, la esperada película protagonizada por Harrison Ford, se ha estrellado en su estreno en cines al obtener los peores datos de taquilla de un blockbuster en 2023. Sí, superando las negativas cifras de The Flash, considerado el mayor batacazo hasta la fecha. Indiana Jones y el dial del destino apenas habría recaudado 130 millones de dólares en todo el mundo mientras que el filme de DC maquilló algo más su desempeño al sumar 139 millones en todos los territorios en los que se estrenó.
El problema de taquilla de Indiana Jones y el dial del destino es aún peor que el de The Flash: el filme de Disney y Lucasfilm es carísimo
El problema para Disney y Lucasfilm es más grave de lo que creemos. Indiana Jones y el dial del destino es un filme carísimo de producir, con algunas fuentes afirmando que su presupuesto supera ampliamente los 400 millones de dólares entre producción -estimada en 295 millones- y publicidad, con una cifra que rondaría los 100 millones.
Es decir, que tendría que recaudar más de 1000 millones de dólares para ser rentable, una cifra que está muy lejana para el filme dirigido por James Mangold y que, actualmente, únicamente parece reservada para grandes películas evento.
Las perspectivas no son halagüeñas, como ya se proyectó. El debut de la quinta entrega del arqueólogo apenas ha rascado 130 millones en diferentes mercados, y quizás en Estados Unidos tenga un recorrido decente estos próximos días, sobre todo tras ajustar y sumar algunos millones de dólares por la celebración del 4 de julio. Pero no será suficiente. Las estimaciones más positivas confían en una especie de boca a oreja entre el público adulto, que es el que ha apoyado al filme en su llegada a las salas y cines, permitiéndoles obtener 12 millones más el lunes y otros 10 el martes. En cualquier caso, parece que Indiana Jones y el dial del destino no ha conseguido atrapar al público.
La crítica se ha cebado con ella, y aunque destacan que la producción con Ford y un reparto lleno de estrellas tiene una primera mitad interesante, no es suficiente como para mantener la atención del respetable y hacerlo vibrar al recordar las bondades de la trilogía original. El desempeño de Indy 5 es preocupante, pero también es un mensaje lanzado para la industria en su totalidad. Se dice que el ritmo es inmanejable para los circuitos de salas, sobre todo tras ir estrenando demasiados blockbusters en estas fechas. Mission: Impossible – Dead Reckoning Part One de Tom Cruise (12 de julio) y el drama de la bomba atómica desarrollado por Christopher Nolan Oppenheimer (21 de julio), tienen ahora una gran responsabilidad. El estreno en streaming y digital pueden salvar algo los muebles.