James Cameron se ha posicionado en contra del cine de superhéroes en más de una ocasión. El cineasta, que está quemando la taquilla actualmente con Avatar: El sentido del agua y Titanic, aseguró que la manera de hacer películas de Marvel no era el camino a seguir en la industria cinematográfica. Parecía, por todo el recorrido que tiene el director, que nunca había disfrutado con ninguna cinta de superhéroes, pero parece que eso no es así. Cameron ha confesado en una charla para la revista Time que sí existe un largometraje del género que le encantó y con el que no tiene ningún problema: Wonder Woman, dirigida por Patty Jenkeins, protagonizada por Gal Gadot y estrenada en 2017 a manos de Warner Bros. y DC.
Wonder Woman es la película que se salva de la quema superheroica de James Cameron
"No tengo ningún problema con Wonder Woman. Me encantó la película. Lo que se me escapaba en ese momento era que está bien si la mujer quiere ser hermosa y vestirse bien no para la mirada masculina, sino para su propia mirada en el espejo, ¿verdad? Tal vez me había perdido esa parte en ese momento", comentaba el director. Parece que la cinta de Gal Gadot ha sido la elegida y ha pasado el corte. De hecho, Wonder Woman es una de las cintas más queridas de la antigua de DC. Su secuela, Wonder Woamn 1984, no corrió la misma suerte y hasta provocó una marea de cancelaciones de HBO Max por parte de usuarios habituales de la plataforma. Actualmente, se desconoce cuál será el destino de Gal Gadot en la DC Studios de James Gunn tras la cancelación de la tercera entrega de su serie de películas en solitario.
La primera fase de la DC Studios de James Gunn y Peter Safran no incluye un filme de Wonder Woman per sé, pero sí una serie centrada en explicar la tierra de la que procede Diana: Paradise Lost, que ha sido catalogada como el equivalente a Juego de Tronos en este resurgimiento de la compañía. Gunn busca una renovación completa, dado que en su opinión el anterior DC era de muy baja calidad: "Bueno, la historia ha sido una mierda. Ha sido un viaje realmente jodido para DC", compartía Gunn. "Creo que básicamente nadie se preocupaba por la meta, y estaban otorgando IP a cualquier creativo que pasara sonriendo o a quienquiera que quisiera ponerse cargo de algo. Nunca se otorgó ningún poder real a las personas que se ponían al frente. Por lo tanto, alguien siempre fallaba", confesó el cineasta a cargo de Superman: Legacy.
