Un nuevo día, una nueva tormenta en DC Studios. Los codirectores ejecutivos de DC llegaron al poder a finales del año pasado, cambiando a actores como Henry Cavill y apuntando alto con un nuevo plan cargado de películas y series. El golpe en la mesa de James Gunn, director de Guardianes de la galaxia, era claro. Sin embargo, el cineasta metido a directivo criticó con dureza la forma en la que Warner gestionó esta licencia antes de su llegada, diciendo que la historias eran un auténtica porquería. Ahora es Warner la que, según filtraciones en la ejecutiva, no está contenta con las palabras de su directivo.
Warner está enfadada con las palabras de James Gunn y el desprecio a la anterior gestión de DC
Safran y James Gunn lo tenían difícil: en sus manos estaba reiniciar y establecer el futuro del Universo DC en la gran pantalla, sí, pero también en el competitivo mundo de las series, la animación y los videojuegos. Gunn presentó él mismo la primera etapa del Universo DC, en la que se mostrarán películas de Superman o Batman, nuevas series basadas en Wonder Woman e incluso un filme de terror con La cosa del pantano como estrella. El directivo afianzó su concepto de compartir una visión definida y clara, no como antes, y destacaron que cancelar películas como Batgirl era necesario para evitar la degradación de la marca DC y sus superhéroes.
"Tenían historias de mierda y no miraban a quién cedían las licencias", espetó Gunn hace unos días. Y esas palabras ni han sentado bien a Warner, criticando a puerta cerrada la actitud de los copresidentes de DC Studios y sus palabras sobre de la gestión previa a su llegada.
Según The Hollywood Reporter, la actitud de Safran y Gunn, así como sus palabras, ha caído como un jarro de agua fría en la ejecutiva de Warner, generando malestar entre varios de los profesionales que aún continúan en el ente corporativo supervisando la producción de los filmes y series de DC, ya que antaño trabajaron codo con codo con los responsables de la extinta DC Films.
“Esto es lo que sucede cuando pones a un escritor y director en un rol ejecutivo”, ha confesado un ejecutivo de un estudio rival, que si bien aplaude la actitud de Gunn, afirma que no entiende las reglas del juego y que su irrupción ha sido demasiado dura para los estándares de Hollywood, un lugar muy competitivo. Queda por ver cuando los resultados de este cambio creativo lleguen a las salas y las pantallas de medio, si el malestar en Warner se transforma en elogios hacia una figura en la que han confiado ciegamente.
