El fabricante de embutidos y productos cárnicos Oscar Mayer, uno de los más importantes del mundo, ha decidido buscar una nueva manera de sacarle partido a su icónica marca. A raíz de una broma común entre los niños de todo el planeta, Oscar Mayer ha buscado recuperar la idea de ponernos una loncha de chacina en el rostro pero de una manera un poco más útil y adulta. La marca ha lanzado su primera máscara facial inspirada en una rodaja de mortadela, rindiendo homenaje a la infancia e intentando abrir una nueva línea de negocio. Sí, como estáis leyendo (vía ComicBook).
No, no es una rodaja de mortadela pero sí se parece a ella
Bueno, suponemos que lo sabéis pero estas mascarillas no son rebanadas de mortadela ni están hechas de carne. Oscar Mayer se ha asociado con la principal compañía coreana de belleza y cuidado de la piel, Seoul Mamas, para crear una mascarilla facial hidratante y restauradora que parece mortadela y que, según los componentes incluidos en su fabricación, rejuvenece la piel en varios enteros. El spot diseñado para esta alocada campaña no dejará indiferente a nadie. Lo tenéis a continuación.
"Oscar Mayer siempre ha jugado con un legado que aporta humor a las cosas que se han vuelto demasiado serias, y la belleza es un territorio propicio para subvertir de forma lúdica", ha explicado Lindsey Ressler, analista sénior de marketing de Oscar Mayer. "Inspirado por aquellos que solían hacer máscaras y bromas con su rodaja de mortadela cuando eran niños, este producto nació como una forma moderna de despertar sonrisas para los fanáticos de Oscar Mayer y los entusiastas de la belleza por igual", continúa la ejecutiva.
"Este es el último movimiento de nuestra marca para crear nuevas ideas relacionadas con el arte pop y enfocarnos menos en la publicidad comercial tradicional", concluye. Las máscaras inspiradas en la mortadela de Oscar Mayer incorporan un hidrogel hidratante y restaurador que promueve la elasticidad de la piel, mejora la hidratación y la retención de humedad, ofrece beneficios antiinflamatorios y brinda protección para la piel. Su precio es de unos 5 dólares, y se espera que lleguen a otros territorios más allá de Estados Unidos. Y no, no se pueden comer.