Neill Blomkamp está cerca de revolucionar el cine gracias a la nueva tecnología usada para su próxima película Demonic, que ya está disponible en servicios de streaming de Estados Unidos como Amazon y Hulu. Diseñada para aprovechar el motor gráfico Unity y un sistema de 260 cámaras que graban al mismo tiempo, el director de Distrito 9 y el que casi revive la saga Alien con la fallida Alien 5 -de la que hemos hablado en Vandal Random largo y tendido-, tiene en sus manos uno de esos grandes saltos cinematográficos capaces de cambiar la industria para siempre.
Captura volumétrica, entornos 3D y mucho más: lo que se esconde tras Demonic
En Demonic, una joven llamada Carly (Carly Pope) se entera de que su madre Angela (Nathalie Boltt) está internada en un manicomio que está haciendo un trabajo experimental con sus pacientes en coma. Con la esperanza de cerrar las heridas abiertas con su madre, Carly accede a regañadientes a entrar en una simulación digital de la conciencia de Angela, donde las dos mujeres pueden comunicarse. Pronto, sin quererlo, acabará despertando una especie de presencia sobrenatural. Y es que algunos segmentos de Demonic se filmaron mediante lo que se conoce como captura volumétrica, una tecnología que filma las actuaciones de los actores en tres dimensiones, a través de una plataforma muy compleja y aparatosa, en este caso, utilizando 260 cámaras a la vez.
Es parecida a la de una captura de movimientos -como la usada en videojuegos del estilo de Death Stranding- pero dando un paso más allá. Blomkamp ha explicado el proceso en Polygon, destacando las posibilidades de este formato para rodar películas. En este caso, Blomkamp procesó el metraje a través del motor Unity, muy usado en los videojuegos, algo que le permite obtener todos los resultados en tiempo real. Así pues, y con un par de clics, coloca a todos los actores recreados en tres dimensiones en entornos virtuales. La captura volumétrica, o vol-cap, se anuncia como una nueva solución para crear modelos 3D fotorrealistas de actores y actrices para videojuegos, sí, pero también como una herramienta muy potente para la creación de películas, pues genera entornos que los espectadores pueden ver en una pantalla 2D o moverse e interactuar en plataformas compatibles, casi como vivir en un entorno de realidad virtual.
"Este nivel de interacción es hacia donde se dirige la tecnología", explica Blomkamp a Polygon. “Cuando los efectos especiales comenzaron a verse en el cine, renderizar un efecto digital podía llevar horas por fotograma, y necesitas 24 fotogramas por segundo. Podría acabar tardando 24 horas de renderizado por un simple segundo de película. Y luego necesitabas más ordenadores para hacer más planos y renderizar más fotogramas. Pero las nuevas tecnologías aceleraron el proceso y permitieron efectos más realistas y variados. El cineasta de Elysium cree que la captura volumétrica es el siguiente paso en los efectos especiales digitales, y lo compara a la revolución en efectos visuales que vimos en la época de películas como Jurassic Park y Terminator 2.
"Creo que si avanzamos dentro de unos años, solo tendremos renderizados en tiempo real en el mundo del cine. Ya sea que estés viendo una película de Marvel o estés jugando a Call of Duty, todo sucederá en un entorno calculado en tiempo real. Incluso si ves una película de Marvel realmente grande, si se hizo con renderizado en tiempo real, podrías verla pasivamente en una pantalla gigante como espectadores, pero luego, el filmar en tiempo real abre cientos de vías diferentes para que la audiencia experimente, y más en la película, ya que podrías estar en ella, visitar los entornos, sentirte parte de ella, caminar o lo que sea, sobre todo en realidad virtual y realidad aumentada", afirma el director.
Fue esta tecnología lo que impulsó a Blomkamp a hacer Demonic, algo que le transformó como creativo y le llevó a cambiar los planteamientos de escritura de guion o conceptualización. Antes, tenía que pensar qué podía hacer o no, y ahora, con la irrupción de este sistema, se siente libre. "Lo que la gente no entiende es que, gracias a las herramientas usadas en Demonic, el público puede ver por completo todo aquello que se ha rodado con la tecnología volumétrica, desplazándose por los entornos con unas gafas de realidad virtual real. Puedes quedarte ahí en la habitación con las actrices y mirar a tu alrededor, y las actrices están allí. Y se verá exactamente como se veía en la película", remarca sobre lo de vivir como testigos las películas del mañana.
El cineasta, alejado de los grandes presupuestos, ha querido concebir Demonic como una película de terror independiente. "Quería hacer una pequeña película de terror autofinanciada en algún momento de mi carrera. Y cuando estás operando en ese ámbito, puedes hacer lo que quieras. No hay restricciones en torno a lo que está haciendo. Era la oportunidad perfecta. Persuadir a un gran estudio para que me permitiera poner 15 minutos de imágenes volumétricas supervolátiles y sin probar en una película... Era una batalla que no podía ganar... Y puedes ver en la película que la tecnología todavía está en pañales, que es lo que es. Lo que creo que es asombroso, por otra parte, porque se relaciona con la narrativa", concluía al respecto. "No sé qué hará la industria cinematográfica con esta tecnología. Solo me importa para qué puedo usarla, siempre pensando de forma egoísta", concluía.