Su nombre científico es Typhlonectes natans, pero lo cierto es que ya se ha ganado el mote de "serpiente pene" en las redes sociales y en los medios. Esta especie de cecílido (Caeciliidae) apareció hace dos años en un canal de Florida, con recientes análisis de ADN han determinado su pertenencia a esta familia de anfibios. Ahora, los investigadores se muestran preocupados ante el hecho de que este animal no nativo se haya asentado en Estados Unidos.
La serpiente pene, la primera de su especie en Estados Unidos
“Hasta donde sabemos, esto representa el primer registro de un cecílido en Florida o en cualquier otro lugar de los Estados Unidos”, han indicado los expertos en una investigación publicada en Reptiles & Amphibians. La introducción de especies no nativas en un hábitat puede provocar cambios sustanciales en la flora y la fauna, por lo que la inquietud de los investigadores no es para menos. La serpiente pene en cuestión cuenta con 60 centímetros de largo y fue capturada por la Comisión de Pesca y Vida Silvestre de Florida en el Canal Tamiami de Miami, o Canal C-4, el pasado 7 de noviembre de 2019.
Los trabajadores estaban realizando un reconocimiento rutinario de la zona cuando capturaron a este cecílido vivo. Murió poco después tras los intentos de alimentarlo. Las pruebas de ADN realizadas en el Museo de Historia Natural de Florida concluyeron que se trata de un Typhlonectes natans, guardando similitudes con la Typhlonectes compressicauda, muy presente en América del Sur. La cuestión reside en que la Comisión ha recibido más especímenes, así como se les ha informado de varios avistamientos en el mismo Canal C-4.
No es casualidad: las aguas del canal serían las idóneas para esta curiosa serpiente, ya que prefiere las aguas cálidas y de escasa profundidad, con gran vegetación. “Partes del Canal C-4 son así”, explicó Coleman Sheehy, jefe de la colección de herpetología del Museo de Florida y primer autor del nuevo estudio, en un comunicado. “Este puede ser un entorno en el que esta especie puede prosperar”. Mientras manejan la teoría de que hayan sido introducidas como mascotas de las que se hayan desprendido después, Coleman continúa:
"Se sabe muy poco sobre estos animales en la naturaleza, pero no hay nada particularmente peligroso en ellos y no parecen ser depredadores serios. Probablemente comerán animales pequeños y serán devorados por los más grandes. Esta podría ser solo otra especie no nativa en la mezcla que existe en el sur de Florida”.
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