Muchos científicos creen que el principal problema de la humanidad a largo plazo es el clima. Mientras la pandemia sigue causando estragos en muchos países, y el virus surgido en China continúa modificando nuestra forma de vida con confinamientos y toques de queda, el planeta está experimentando subidas de temperatura, cambios meteorológicos bruscos y problemas varios. Sin embargo, en Emiratos Árabes, en el desierto de la Península Arábica, están luchando contra el calor y la desertización de una manera ingeniosa: con dinero y tecnología.
Sembrando nubes de forma artificial con drones y descargas eléctricas: así se hace llover
Emiratos Árabes está desarrollando nubes artificiales, acelerando un proceso que les permite conseguir frentes tormentosos que descargan toda el agua posible en lugares muy concretos y en los que es bastante improbable que caiga una gota.
Según medios locales, y como explican en Xataka, Emiratos Árabes ha realizado en 2021 un total de 219 operaciones y maniobras para crear lluvia artificial de cara a reducir la temperatura y buscar un mayor flujo de agua potable en determinadas zonas de la región. Las olas de calor son constantes, y el clima árido está causando muchos problemas en el día a día, por lo que la lluvia es más que agradecida y sirve para refrescar a los ciudadanos.
Este proceso no es nuevo. Muchos países localizados en lugares desérticos han empleado técnicas similares, que buscan cargar las nubes de sal y así, conseguir que descarguen de cara a formar gotas de lluvia. Pero lo interesante de Emiratos Árabes es que parece que está utilizando un método bastante novedoso y mucho más eficiente, basado en escuadras de drones que descargan electricidad en las formaciones nubosas, desencadenando las precipitaciones. El éxito ha sido tal, que incluso el Centro Nacional de Meteorología de los Emiratos Árabes ha publicado diferentes vídeos recientemente en los que muestran su éxito.
Aunque parezca absurdo o baladí, hacer que llueva es un gran paso de cara al futuro del país. Hace unos años, en la región diseñaron una cadena de montañas que buscaba romper las nubes de cara al aumento de precipitaciones, pero no funcionó y su construcción de montañas artificiales quedó atrás. El objetivo no es otro que conseguir un abastecimiento seguro de agua para la población y los ciudadanos, así como la reducción de las temperaturas locales.