Las arañas son, con total seguridad, los artrópodos que generan más pesadillas a gran parte de la población, al menos a la gran mayoría. Ya sea por sus rápidos movimientos, lo largo de sus patas o aterrador aspecto, no son pocos los que sienten un gran miedo al tener cerca a una de ellas, aunque hay que admitir que pueden ser de ayuda para ciertos experimentos. Sin embargo, no deberíamos temerlas, ya que por suerte las personas no formamos parte de su dieta, la cual incluye todo tipo de animales entre los que se encuentran las serpientes.
La viuda negra es la especie que más serpientes devora
Un reciente estudio realizado por un equipo de investigadores ha concluido que las arañas tienen una dieta muy variada de la que las serpientes forman parte. Los investigadores aseguran haber encontrado hasta 319 registros de arañas matando y comiendo serpientes. Martin Nyffeller, biólogo y coautor del estudio, ha explicado que se siente sorprendido por las hazañas que logran algunos tipos de arañas.
La práctica de devorar serpientes está muy extendida entre varias especies de arañas: 30 especies participan en esta práctica en condiciones naturales y otras 11 aprovechan la oportunidad en cautiverio. Estas arañas no son corrientes en muchos territorios (los casos se han detectado en Estados Unidos y Australia en su mayoría), por lo que no deberíais preocuparos ya que es muy improbable que os encontréis con algunas de ellas fortuitamente.
Las viudas negras son las responsables de la mitad de las muertes de serpientes según ha determinado el estudio. Las especies que pertenecen a la familia de las tarántulas son responsables de un 10 % de las muertes. Ambas especies de arañas tienen métodos de caza muy distintos: las viudas negras hacen uso de la tela de araña, mientras que las tarántulas no pueden producirla y se dedican a cazar en el suelo y por los árboles. El 8,5 % de las muertes corren a cargo de las grandes arañas tejedoras de orbes, las cuales también cazan murciélagos y aves. La mayoría de las serpientes que fueron cazadas por las arañas pesaban menos de un gramo, aunque no excluye que también otras serpientes más grandes fuesen víctimas. Según explica el estudio, el veneno de las arañas podía tardar de horas a días en matar a las serpientes.