Una misión para saber "qué hay más allá" de nuestra heliosfera. Ese es el objetivo de Interestellar Probe, el nuevo objetivo que se ha marcado la NASA y que nos servirá para llegar más lejos que nunca en el espacio interestellar. "Es una misión heliofísica para comprender los confines más lejanos de la influencia del Sol, la heliosfera, y sumergir los dedos de los pies en el espacio interestelar", es como lo definía Kirby Runyon, geomorfólogo planetario de la Universidad Johns Hopkins en Maryland, es el líder del grupo de trabajo de ciencia planetaria de la sonda interestelar. Después del éxito que está resultando la misión de Marte, la agencia espacial tiene puestas ya las miras en el infinito.
Interestellar Probe: Caminando de puntillas por el interespacio
"Sería la primera misión especialmente diseñada para llegar al espacio interestelar, no a otra estrella, sino a ese reino del espacio justo más allá de las partículas del Sol y la influencia de su campo magnético, y de todos los átomos y del plasma que sale del Sol", continuaba explicando Kirby Runyon en una entrevista realizada con la revista Astronomy. La pregunta a plantear a continuación es la evidente: ¿Cuán lejos viajaremos con Interestellar Probe? "El objetivo es dejar el sistema solar rápidamente, en una misión principal que durará 50 años, y llegar lo más lejos que podamos".
Esto, en términos de distancias, se traduce en que la sonda interestelar viajará a unas 1.000 unidades astronómicas del Sol. Esto supone 1000 veces la distancia que hay entre la Tierra y el Sol, lo que a su vez se traduce en 150.000 millones de kilómetros. Para hacernos una idea, esta distancia es 10 veces mayor que la recorrida por las Voyager en 2012 y 2018. "La nave visitará el espacio interestelar local desconocido, donde la humanidad nunca ha llegado antes", apunta Elena Provornikova, líder de heliofísica de la sonda interestelar del Laboratorio de Física Aplicada (APL) de Johns Hopkins.
"Por primera vez, podremos tomar una fotografía de nuestra vasta heliosfera desde el exterior para ver cómo se ve nuestro hogar en el Sistema Solar", continuaba Provornikova. La misión, además, aunaría tres disciplinas dentro de la NASA: la heliofísica, la astrofísica y la ciencia planetaria. Los investigadores buscan crear una sonda que sea "autónoma, compacta y liviana", detallan en su página web. Tiene que ser capaz de proveerse su propia energía para un viaje tan largo, pero al mismo tiempo lo suficientemente grande como para recopilar datos y poder comunicarse con la Tierra.
El objetivo es que la misión Interestellar Probe se ponga en marcha en el año 2030, momento en el que se lanzará la sonda. Una vez pongan en marcha el operativo, podrán investigar el gas interestelar que forma nuestra heliosfera en el Sistema Solar; descubrir qué hay más allá y cómo se ve desde fuera. En APL han estado trabajando en este proyecto durante tres años, y esperan presentarlo a la NASA a finales de 2021.
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