Mikael Hed, director de Rovio, los creadores del exitoso Angry Birds, admite que aunque tienen problemas con la piratería, no todo en ella es malo.
"Tenemos algunos problemas con la piratería, pero no solo en las aplicaciones, sino también en los productos de consumo. Hay toneladas y toneladas que merchandising por ahí, sobre todo en Asia, que no son productos oficiales". Hay que recordar que una buena parte de los ingresos de la compañía se derivan de peluches y otros elementos diseñados o inspirados en los personajes del juego.
"Hay mucho que podemos aprender de la industria musical, y las maneras tan terribles en que han intentado combatir la piratería", apunta Hed quien también quiere buscar el lado bueno de la istuación. "La piratería no tiene que ser necesariamente mala: nos puede proporcionar más negocio al final".
En ese sentido, cree importante tratar a los usuarios "no como consumidores, sino como seguidores. Eso hacemos hoy en día: hablamos de cuántos fans tenemos. Si perdemos a los fans, entonces se nos acaba el negocio, pero si podemos conseguir más, el negocio crecerá".