Un escándalo ha agitado la comunidad de e-sports (competición deportiva electrónica, centrada en videojuegos) coreana, donde este tipo de eventos competitivos tiene mucho tirón, debido a que se habían amañado partidas de StarCraft. El escándalo ha culminado con cargos contra 16 personas, acusadas de apuestas ilegales y amañar los resultados de las partidas.
Los cargos se han presentado contra 11 jugadores profesionales, tres agentes financieros, y otras dos personas; sus identidades no han sido desveladas de acuerdo a la legislación surcoreana.
Sin embargo, la activa comunidad de jugadores profesionales y semiprofesionales de StarCraft ha señalado con el dedo a los jugadores que creen implicados en este escándalo, así como a los agentes financieros.
Moon Sung Jin (cuyo nick es type-b) es uno de los acusados por la comunidad de aficionados, y ha admitido los hechos. "Lo lamento.
Debido a un desagradable error, he defraudado a mucha gente", señala Jin en un comunicado publicado a través de su perfil de Cyworld, una red social popular en Corea.
Los tres agentes financieros implicados, de los que sí han trascendido los apellidos (Park, Jung y Kim), y de acuerdo a la investigación policial, ofrecieron a los jugadores de 2 a 6,5 millones de woms (2.000 a 6.000 euros) por amañar las partidas. Con los resultados amañados, luego hicieron apuestas ilegales para beneficiarse de las mismas.