Un grupo antitabaco estadounidense llamado Center for Tobacco Control Research (CTCR) ha iniciado una dura campaña de críticas contra Avatar, la última película de James Cameron.
Las críticas se centran en que el personaje encarnado por Sigourney Weaver fuma varias veces en el transcurso de la película, lo que parece haber puesto de malos humos a dicha asociación.
Cameron ha recurrido a las escuela del Arcipreste de Hita para defender que se trata de un ejemplo de lo que no debe hacerse, esto es, de mostrar malos comportamientos asociados al tabaco, y, en concreto, Cameron ha arremetido contra los aficionados a los videojuegos.
El director ha afirmado que el personaje de Weaver, Graces, es una mujer "maleducada, dice palabrotas, bebe, fuma. Además, desde la perspectiva del personaje, estábamos mostrando que Grace no se preocupa por su cuerpo humano, sino sólo por el cuerpo avatárico, lo que es un comentario negativo sobre la gente en nuestro mundo real que vive demasiado a través de sus avatares, esto es, en videojuegos y en internet."