En la zona de LucasArts, a puerta cerrada, tuvimos ocasión de asistir a una presentación de Fracture, un juego completamente nuevo de acción en tercera persona ambientado en el año 2161, en un conflicto global entre dos grandes bandos.
En el trailer que primero nos mostraron del juego, se contaba una evolución cronológica de los hechos hasta llegar a la guerra. A lo largo del siglo XXI se descubre una tecnología para manipular el terreno, llamada Terrain Deformation, simulando a menor escala la acción de las placas tectónicas de la tierra. También se hacen grandes avances en genética, creándose los primeros humanos sintéticos, pero el proyecto sale mal, la investigación genética es prohibida en la costa este americana, y los científicos de Harvard emigran en masa a la costa oeste del país.
Paralelamente, el cambio climático no se frena, hasta que finalmente ocurren una serie de catástrofes a nivel global que provocan, entre otras cosas, grandes inundaciones que cambian la forma de los continentes. La costa oeste y la costa este americana quedan separadas físicamente, aunque nominalmente bajo el mismo gobierno, y cada una sigue su propia política. La costa este se alía con los países europeos formando la Atlantic Alliance, mientras que la del oeste hace migas con el este de Asia, integrándose en la Republic of Pacifica.
Ambos bandos, todavía en paz, comienzan a desarrollar su tecnología. Los de la Atlantic Alliance desarrollan la cibernética, mientras que los del Pacífico trabajan en genética. Finalmente, en medio de sospechas entre ambos bandos se desata una guerra. Unos dominan la cibernética y cuentan con sus ventajas, y otros cuentan con un ejército de superhumanos. Los dos bandos, además, dominan la deformación del terreno.
Tras este trailer nos mostraron una demostración del juego, en la que combatíamos en una irreconocible -salvo por el puente Golden Gate- bahía de San Francisco. Por la ambientación futurista y la tecnología de deformación del terreno, Fracture es un juego que permitirá muchas posibilidades. En la demo pudimos ver algunas armas realmente impactantes, y cómo se usan para interactuar con el escenario del juego. Algunas armas, las granadas sónicas, deforman el terreno hacia abajo, mientras que otras, las tectónicas, lo hacen hacia arriba.
Esta capacidad de modificación del terreno se usa no solo en el combate sino también para resolver sencillos puzles. Podemos entrar en un edificio inaccesible perforando sus bases con granadas sónicas, o bien hacer que una torreta sea destruida por su propio escudo de energía elevándola con las granadas tectónicas.
Mientras que los de la Atlantic Alliance cuentan con un armamento más sofisticado por el uso de la cibernética, los de Pacífica son super humanos, y tienen mayores habilidades atléticas, pudiendo saltar muy alto, por ejemplo.
Otras armas interesantes eran una pistola de rocas, que las formaba en tiempo real, un arma que iba levantando la tierra hasta llegar al enemigo, y una granada que creaba vórtices, una especie de tornado virtual que hacía que todo girase a su alrededor y colapsase. Fracture nos ha parecido un juego original, y habrá que ver si la ambientación futurista y las capacidades de deformación del motor gráfico se aprovechan para crear un juego de acción innovador.
