Es uno de esos juegos que probablemente cuanto más pase el tiempo, más lo valoremos, y de hecho con tan solo unos meses de vida, ya nos da la impresión de que consiguió algo grande en cuestión de innovación y capacidad de sorpresa. Donkey Kong Bananza es indudablemente uno de los juegos más recomendables de este 2025 dentro de nuestra selección en Vandal, una aventura como nunca habíamos visto y que saca a relucir muchas de las cosas tan buenas por las que conocemos a Nintendo.
Fue un anuncio bastante inesperado, pero se ha acabado convirtiendo en uno de los grandes videojuegos de Nintendo Switch 2, además de una de las mayores producciones de la compañía japonesa en su historia reciente. Su gran logro está en conseguir una identidad propia para un juego protagonizado por el famoso gorila de Nintendo, en este caso con el uso de sus puños como mecánica jugable.
La importancia de Donkey Kong Bananza
Desarrollado por la misma división que dio lugar a Super Mario Odyssey, nos encontramos ante una aventura con elementos plataformeros que nos deslumbró con un núcleo jugable increíblemente adictivo, apoyado en la simple idea de destrozarlo todo a nuestro paso. La inmensa totalidad de los escenarios son destructibles, dando lugar a una jugabilidad diferenciada, original y que propone situaciones únicas.
El gran logro de Donkey Kong Bananza ha sido encontrar una identidad propia con respecto a los videojuegos del fontanero. Tiene un aura similar, pero a medida que te adentras en su propuesta te das cuenta de lo rompedor que resulta. Aquí los niveles se organizan por estratos hasta llegar al interior del planeta, y dentro de cada sección hay una serie de situaciones que por momentos pueden resultar de lo más inspiradas.
Existen detalles como que cada tipo de terreno posea un grado distinto de dureza, podemos crear caminos para crear atajos o alcanzar otras zonas, así como resolver algunos puzles de entorno. Por supuesto, también luchar, y a este respecto nos encontramos con jefes en algunos casos muy inventivos, aunque con un grado de desafío contenido (es uno de los aspectos tal vez más criticables, sobre todo si eres un usuario experimentado).
Pero sin duda una de las claves de Donkey Kong Bananza, y lo que se nos ha quedado tras jugarlo, es que interactuar con los puños del simio ya es una experiencia divertida en sí misma. Puedes permanecer todo el tiempo que quieras en los niveles, ya sea para recoger todas las gemas de banandio, hallando los múltiples desafíos ocultos e incluso revivir la magia 2D de los Donkey Kong Country en un conjunto de niveles especiales.

Y luego hay otro elemento que sin duda también se nos quedará en la memoria: las transformaciones de Donkey Kong. Le permiten convertirse en un elefante que aspira todo el decorado, en una cebra que corre a toda velocidad o también en un avestruz capaz de sobrevolar el terreno y lanzar huevos a discreción. Esto da al juego una tremenda variedad, convirtiéndolo en una aventura bastante completa, duradera y también rejugable.
Una aventura imprescindible en este 2025
Donkey Kong Bananza es una de esos videojuegos que expresan todo lo que significa Nintendo como compañía, con una apuesta decidida por la innovación y sorprender haciendo uso de sus licencias más icónicas. En este caso, es la necesaria puesta en valor del personaje de Donkey Kong, del cual esperamos que tenga más aventuras en el futuro.
¿Por qué deberías jugarlo? La razón es más que evidente: es de lo mejorcito que ha recibido Nintendo Switch 2 este año, y probablemente con el tiempo lleguemos a valorarlo incluso más. Desde luego, se sigue actualizando, con un DLC (Isla de DK + Caza de esmeraldas) que pretende mantener vivo el interés por el título, mediante una serie de eventos mensuales. Pero ahora te toca a ti, ¿crees que es uno de los mejores del año?
















