La semana pasada Microsoft presentó Muse, un innovador modelo de inteligencia artificial que busca revolucionar la forma en que se crean y experimentan los videojuegos, y con el que parecen estar encantados, ya que el jefe de la compañía ha dicho que ya están planeando crear juegos utilizando esta herramienta.
Según el investigador y diseñador de juegos Dr. Michael Cook, especialista en IA aplicada a videojuegos, Muse no genera jugabilidad ni crea ideas originales. En su blog, ha explicado que el modelo fue alimentado con siete años de metraje de Bleeding Edge para aprender a generar nuevas secuencias de jugabilidad basadas en datos previos. El objetivo, según Cook, no es crear juegos, sino predecir cómo podrían cambiar ciertos elementos del juego si los desarrolladores realizan ajustes, como agregar una plataforma de salto en un nivel.
"Muse de Microsoft no está creando juegos ni solucionará la preservación de videojuegos"
El informe de Microsoft menciona que la IA debe entender persistencia, coherencia y diversidad para que los cambios realizados por los desarrolladores sean reflejados de forma lógica en la jugabilidad simulada. Por ejemplo, si se añade una plataforma de salto, esta debe permanecer en su lugar y reaccionar siempre de la misma manera, sin importar las acciones del jugador.
Sin embargo, Cook señala que este sistema tiene grandes limitaciones. Generar metraje predictivo es un proceso costoso, requiere grandes volúmenes de datos y aún no tiene una aplicación práctica real en el desarrollo de juegos. Además, no todos los estudios cuentan con archivos masivos de jugabilidad para alimentar un modelo como Muse, lo que limita su viabilidad para equipos más pequeños.
Uno de los aspectos más cuestionados del anuncio fue la afirmación de Microsoft de que Muse "cambiará radicalmente la forma en que preservamos y experimentamos juegos clásicos". Phil Spencer, jefe de Xbox, incluso sugirió que Muse podría hacer que los juegos antiguos sean compatibles con cualquier dispositivo. Cook rechaza tajantemente esta idea, calificando las declaraciones de Spencer como "absurdas". Argumenta que Muse no es una herramienta de preservación, sino simplemente un sistema que genera secuencias aproximadas de jugabilidad. Comparando la propuesta con pedirle a un niño de cinco años que dibuje la escena final de Final Fantasy VIII, Cook subraya que la verdadera preservación de videojuegos requiere mucho más que una reconstrucción visual de la jugabilidad.
Muse, en su estado actual, no guarda ni representa de manera precisa la experiencia original de un juego, y su utilidad como herramienta de preservación sigue siendo cuestionable. Para Cook, la tecnología de IA aplicada a videojuegos aún no ha alcanzado un punto donde pueda garantizar una preservación auténtica, y considera que existen enfoques mucho más efectivos para abordar este problema.
Mientras tanto, los contenidos en los videojuegos creados con inteligencia artificial generativa siguen causando controversia, y Activision ya ha confirmado oficialmente que están utilizando estas herramientas en su popular saga Call of Duty.