Aquellos que jugaron a GTA: San Andreas, saben que marcó un antes y un después en la historia de los videojuegos, estableciendo el camino a seguir por los títulos de mundo abierto. Cuando en Rockstar North se plantearon iniciar este proyecto, lo tuvieron claro: debían revolucionar, aplicando unos valores de producción como jamás se había visto en la industria. Fue todo un logro, sobre todo habiendo tenido tan poco tiempo desde el lanzamiento de GTA: Vice City y con un presupuesto de más de 20 millones de dólares, que tampoco fue tanto comparado con proyectos de aquel entonces como Fable (25 millones) o Half-Life 2 (40 millones).
Además, este Grand Theft Auto era especial porque llegaba para arrasar con todo. Era tan ambicioso que no solo tenía una ciudad, sino tres, en territorios hasta entonces inexplorados por la franquicia: Los Santos, San Fierro y Las Venturas, que son representaciones de Los Angeles, San Francisco y Las Vegas en los años noventa. Cuentan sus responsables que viajaron a las ciudades, hicieron fotos y se contagiaron no solo del ambiente, sino de la cultura callejera que tan importante es -como bien sabéis- en este videojuego.
Un mundo abierto como nunca se había visto
El personaje principal, Carl "CJ" Johnson, se convirtió en el vehículo perfecto para llevarnos a través de los suburbios, con un leitmotiv tan intenso detrás como es la muerte de su madre. A partir de aquí, los acontecimientos se desarrollan en entornos conflictivos, con luchas de bandas, uso de armas, tráfico de drogas, carreras ilegales, asesinatos… Lo más polémico fue la persecución del juego porque los desarrolladores ocultaron un minijuego (el famoso Hot Coffee) en que se podían mantener relaciones sexuales con un NPC, al cual CJ invitaba a su casa. A consecuencia de esto, en algunos territorios el juego pasó a tener una clasificación de "Solo para Adultos".
Pero más allá de la controversia, que es habitual en las producciones de Rockstar, lo mejor de San Andreas es que podías hacer "de todo", o al menos para tratarse de un videojuego… No solo tenía tiroteos y persecuciones, sino que había misiones de sigilo (inspiradas en Manhunt) y una serie de planteamientos nada convencionales. ¿Cargar bultos con una carretilla mientras ves las balas pasar alrededor? Hecho. ¿Conseguir un jetpack y ponerte a volar por el escenario? Pues también. Una de las grandes novedades en este GTA fue la jugabilidad aérea gracias a varios vehículos, algo que te permitía comprobar la impresionante escala del mundo.
Puedes convertirte en policía, hacer las veces de taxista o incluso ponerte en la piel de un bombero. Son infinidad las actividades disponibles en el juego, tantas que la duración de juego (unas 30 horas) se dobla si te pones a descubrirlo todo. Hay máquinas arcade, minijuegos de casino, partidas de billar, canchas de baloncesto, carreras de bicicletas y hasta apuestas de caballos. Por supuesto, no faltan los secretos, algo que mantuvo activa la comunidad durante años, con noticias que nos fueron sorprendiendo e incluso mitos como el de Bigfoot, sobre el cual la comunidad ha especulado desde el lanzamiento del juego.
Un prodigio jugable y técnico en PlayStation 2
Otra cosa que impactó a muchos usuarios fueron los miles de detalles que se incorporaron. CJ podía engordar o muscularse dependiendo de si comía demasiado, no hacía ejercicio o se ponía como un loco a correr o a montar en bici. Las habilidades con el coche mejoraban conforme conducías. Te quitaban las armas y el dinero cuando te arrestaban, pero esto podía arreglarse si conseguías salir con una policía. Poniéndote tatuajes y yendo al peluquero para cambiar tu estilo podías impresionar más fácilmente a las mujeres. Y así un millón de cosas.
Era impresionante e incluso hoy en día sigue siéndolo. GTA: San Andreas marcó un antes y un después por lo bien que funcionaban sus misiones y por cómo estaba hilada la narrativa, pero sobre todo por la libertad que tenías en su mundo abierto. Luchar por el control territorial estaba muy bien, y fue algo novedoso, pero más lo era aún coger el coche e irte a explorar y sorprenderte con todo lo que había escondido Rockstar en apenas 4 gigas de datos.
Fue todo un logro técnico meter tanto en una máquina como PlayStation 2. Se utilizaron diversas soluciones para evitar tiempos de carga en mundo abierto, y el motor del juego (que no era propio) fue reescrito para adaptarse a las circunstancias. Así se consiguió que mostrara más polígonos, luces volumétricas y que el ciclo día-noche se sintiese como tal, así como eventos climáticos al estilo de niebla, lluvia o tormentas de arena. Aquí fue a parar parte importante de la inversión, pero era algo ya no solamente necesario, sino crucial para hacer realidad este juegazo.
GTA: San Andreas y su revolución en los mundos abiertos
El impacto de GTA: San Andreas en la industria del videojuego es difícil de valorar, porque es enorme. Para Rockstar ha supuesto la base sobre la que construir sus juegos de mundo abierto, en especial GTA V, que de hecho rescató la ciudad de Los Santos para darle todo el detalle que no pudieron en su momento. En el resto de casos, supuso el estándar sobre el que definir las aventuras de mundo abierto, al estilo de Saints Row o Sleeping Dogs, que imitan la fórmula de combates pandilleros y por territorios.
Por supuesto, también fue un éxito de crítica y de ventas, con cerca de 30 millones de ventas en la actualidad, y se puede jugar en multitud de versiones. La más actual es Grand Theft Auto: San Andreas - The Definitive Edition, que incluye además GTA III y Vice City, con gráficos mejorados, mayor resolución y un montón de detalles por aquí y por allá. Siempre hay una buena excusa para rememorar un clásico tan irrepetible, más ahora si cabe con motivo de su 20º aniversario.
