Corría el año 2005 cuando God of War llegaba de la mano de Santa Monica Studio a PS2. Lejos estábamos de saber que Kratos llegaría a tener una saga nórdica que saldría en PC y que viviría tanto tiempo como para haber una versión de PS5 Pro de Ragnarok. Aunque a David Jaffe no le gusta cómo ha evolucionado, nunca está de más volver a los orígenes y hablar del rebuscadísimo easter egg que se escondía al poco de comenzar la primera aventura del Fantasma de Esparta.
No estamos hablando de cumplir unas condiciones "lógicas" ni de llevar a cabo una proeza que demostrase que estábamos en posición de derrotar a Ares, no. Nos referimos a unas acciones tan raras que resulta casi imposible pensar en cómo alguien pudo descubrir lo que había que hacer para activar el evento.
Así era el retorcido easter egg del God of War original que lanzaba una advertencia a Kratos
El easter egg, como decíamos, tiene lugar al poco de empezar la aventura. Para los que no recuerden de qué iba el asunto, por aquel entonces Kratos aún no era el dios de nada. Simplemente era un secuaz de Ares, el vigente dios de la guerra. Vale, un secuaz tocho de la leche, aunque secuaz a fin de cuentas. Pero cosas que pasan, Kratos se embarca en su venganza y entonces podremos activar el huevo de pascua que podéis ver en el vídeo bajo estas líneas.
@vandalonline El REBUSCADO SECRETO de GOD OF WAR 🏺 #godofwar #kratos #easteregg #secretosdevideojuegos #gaming ♬ sonido original - Vandal (Oficial)
Como podéis ver los pasos a seguir son bastante concretos, extraños y precisos. No es algo que se pueda adivinar con facilidad y el mensaje de que deberías rendirte está tan escondido que la mayoría no llegó a verlo nunca. No es como si haberlo hecho fuera a evitar una venganza que trascendería generaciones, culturas y panteones.
Evidentemente, el mundo de los videojuegos cuenta con easter eggs que tardaron años en encontrarse. Algunos tienen más de error que de curiosidad, pero hay ocasiones en las que podemos imaginarnos a los devs sonriendo cuando alguien descubre alguno de los pasos para descubrir ese secreto tan bien enterrado en su obra.
